La emblemática parrilla que es una parada obligada para los hinchas de Los Andes
CARNE, POLLOS Y MÁS. La Vieja Esquina funciona en una intersección donde existía una pulpería. Está ubicada a dos cuadras del Gallardón y es testigo de la pasión por el fútbol.
La parrilla La Vieja Esquina mezcla la historia de Lomas con el folklore futbolístico. Se encuentra ubicada donde antiguamente funcionaba una pulpería y hoy en día es testigo de la pasión de cientos de vecinos que van a alentar al Club Atlético Los Andes: al estar a apenas dos cuadras del Estadio Eduardo Gallardón, los hinchas hacen una parada obligada para probar sándwiches y minutas. Sandra y Adrián dialogaron con La Unión y contaron cómo funciona el emprendimiento del que participa toda la familia.
La parrilla funciona en la intersección de las calles Santa Fe y Laprida desde el 2000. Desde sus inicios fue un emprendimiento familiar atendido por Sandra Taboada, su marido Adrián Calderón y sus hijos Fabricio y Zoe. También trabaja Leandro Arévalo, quien es empleado del lugar hace ya más de una década.
El nombre elegido no fue ninguna casualidad ya que la esquina donde está ubicado el comercio data de varias décadas. "Los clientes nos contaron que en este mismo espacio hubo una famosa pulpería y luego un almacén de campo. Acá había el único teléfono en la zona y muchos vecinos se acercaban a comunicarse con sus seres queridos", contextualizó Sandra.
Los clientes nos contaron que en este mismo espacio hubo una famosa pulpería y luego un almacén de campo. Acá había el único teléfono en la zona y muchos vecinos se acercaban a comunicarse con sus seres queridos.
Lo cierto es que la parrilla se encuentra a tan solo dos cuadras y media del Estadio Eduardo Gallardón, la casa del Club Atlético Los Andes, por lo que cada vez que el Milrrayitas juega de local el ambiente de la zona cambia por completo.
"Los vecinos hinchas de Los Andes paran en la parrilla para comerse algo antes de entrar o al salir de la cancha. El choripán es lo más solicitado, como así también el pollo con papas fritas", dijo Sandra, que inmediatamente agregó: "La relación con ellos es muy linda. Por la puerta pasan familias enteras que van a alentar al club del barrio: abuelos con sus nietos, padres e hijos y mujeres, todos unidos".
"Nuestro fuerte, por supuesto, es todo lo relacionado a la carne, las achuras y el pollo a la parrilla, pero también nos destacamos por la venta de minutas. Todo lo que vendemos es de gran calidad", se sumó Adrián.
Al ser consultada sobre la convivencia familiar en el ámbito laboral, Sandra no dudó y dijo que se encuentran organizados de gran manera ya que cada uno tiene un rol: ella es quien cobra los pedidos, Adrián está a cargo de la parrilla, su hijo Fabricio y el empleado Leandro son quienes cocinan las minutas y su hija Zoe ayuda en los encargos. "Los cinco también atendemos al público porque es una parrilla muy amena, ya que con los clientes hay una especie de amistad por los años en los que estamos acá", admitió Tabuada.
"La parrilla es muy importante para nosotros, son muchos años de estar, de mantenerse y de subsistir ante las adversidades. Nos sentimos orgullosos de poder continuar con este trabajo familiar", concluyó.
Cabe resaltar que la Parrilla La Vieja Esquina" atiende los jueves, viernes y sábados de 9 a 14 y de 19.30 a 22.30, mientras que el domingo se encuentran a disposición de 11 a 15.