Irma, la primera artesana de la feria de la Plaza del Campeón: su historia

UN EJEMPLO. La lomense tiene desde 2001 su puesto de calzados de cuero y tejidos, todos hechos artesanalmente. Con 80 años, asegura que la trabajo "es su cable a tierra".

Un ejemplo de resiliencia. Irma Boeltr tiene 80 años y es la primera artesana de la feria que se realiza la Plaza del Campeón de Banfield, espacio que se creó en 2001. En aquel entonces, a pesar de la crisis por la que atravesaba el país, la lomense no bajó los brazos y apostó por su emprendimiento: calzados de cuero y tejidos, todo hecho a mano. Ya una de las referentes del lugar, se mostró orgullosa por los 23 años al frente de su puesto.

Irma dialogó con el Diario La Unión y se remontó a los inicios de la feria, en los comienzos de este siglo: "La feria se fundó en 2001. Como acá era una zona donde se juntaba mucha gente fue que decidieron armar este espacio para que los vecinos artesanos podamos mostrar los productos. Yo en ese entonces tenía mi puesto en Adrogué, pero no dudé en ser parte de esta feria desde el primer día".

La feria se fundó en 2001. Como acá era una zona donde se juntaba mucha gente fue que decidieron armar este espacio para que los vecinos artesanos podamos mostrar los productos.

La especialidad de Irma es el calzado: confecciona alpargatas y pantuflas. "También realizo calzados tejidos y con paño, todo manual y artesanal, además de gorros", agregó quien vive en Banfield hace más de 50 años.

Según explicó la vecina de Lomas, ella conoció el rubro al trabajar con un comerciante alemán con cueros y pieles. Luego de un tiempo y tras su jubilación, la vecina se animó a realizar sus propias creaciones y lanzarse como emprendedora, una labor que ya la desarrolla hace más de dos décadas.

"Todos los días le dedico unas horas a la producción de los calzados. Tanto la confección como la venta en la feria son mi cable a tierra, soy una convencida de que a la vida hay que vivirla y yo me siento feliz de hacer esto", cerró, emocionada.

Todos los días le dedico unas horas a la producción de los calzados. Tanto la confección como la venta en la feria son mi cable a tierra, soy una convencida de que a la vida hay que vivirla y yo me siento feliz de hacer esto.

Cabe resaltar que, actualmente, la feria cuenta con 14 puestos que son atendidos por emprendedores locales que, gracias a ese espacio, pueden recibir un ingreso económico muy importante para el día a día.

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