Es plomera y electricista, y creó un proyecto solidario en Temperley

Sin límites . Jacqueline Galarza es multifacética: sus acciones son variadas, pero el objetivo de ayudar a quien más lo necesita es uno de los motores de su vida.

Si hay algo que Jacqueline Victoria Galarza (34) sabe hacer muy fácilmente es salir de su zona de confort ya sea para desafiarse a sí misma o para buscar a través de todos los medios la forma de ayudar a quienes más lo necesitan porque la solidaridad siempre está presente en cada una de sus acciones.

Galarza sabe también de derribar mitos tan vinculados al mundo masculino porque es electricista y recientemente recibió su título de plomera. Se dedica a ambos oficios y además es docente: se convirtió en la primera mujer en dictar un curso de electricidad de Edesur solo para mujeres.

Es madre de 4 hijos y hace muchos años que se dedica a ayudar a la gente. "Hace 11 años que especialmente trabajo en la búsqueda de donaciones de medicación oncológica porque en el transcurso de estos años perdí de cáncer a mi hermana y a muchas amigas que se fueron diciéndome 'gracias por regalarme momentos de vida'", comentó sobre su parte solidaria.

Galarza sabe también de derribar mitos tan vinculados al mundo masculino porque es electricista y recientemente recibió su título de plomera. Se dedica a ambos oficios y además es docente: se convirtió en la primera mujer en dictar un curso de electricidad de Edesur solo para mujeres.

Pero esa actitud solidaria se transformó hace apenas unos meses en la creación de un proyecto conjunto, explicó: "Se comenzó a hablar de algo más serio cuando en Temperley se incendió la casa del chico Nahuel Medina, vi lo sucedido por las redes y quise ayudar".

Gracias a colaborar en esa causa, conoció a tres personas que les gusta hacer lo mismo que ella: ayudar sin recibir nada a cambio, y así nació el proyecto solidario Agrupación Solidaria Gasoleros (ASG) en el que trabaja junto a sus compañeros Alan, Daiana y Pablo.

"Somos todos de diferentes barrios, pero nos acomodamos para que cada uno reciba o vaya a buscar lo que alguien necesita", contó Jacqui, como le dicen sus amigos, y además agregó: "En esta agrupación tenemos una frase de cabecera, la cual nos unió mucho que dice 'a la gente solo la ayuda la gente'".

Hace 11 años que especialmente trabajo en la búsqueda de donaciones de medicación oncológica porque en el transcurso de estos años perdí de cáncer a mi hermana y a muchas amigas que se fueron diciéndome 'gracias por regalarme momentos de vida.

Si bien Jacqui actualmente vive en Ministro Rivadavia, la mayor parte de su vida estuvo en Temperley, lugar donde aún sigue trabajando y visitando muy a menudo porque afirmó: "Amo Temperley".

"Doy clases de electricidad y seguridad eléctrica en La sociedad de Fomento general Roca y en la UTN de lugano", comentó sobre su trabajo en la zona.

SU PASIÓN POR EL MUNDO DE LA ELECTRICIDAD

Según contó Jacqui, desde hace muchos años que quería hacer un curso de electricista, pero le costaba que la aceptaran ya que por ser mujer no la dejaban ni anotarse.

"Fue duro porque me lo decían en la cara que me discriminaban por el sólo hecho de ser mujer hasta que conseguí un curso costoso, pero me dejaron asistir y era la única del género femenino así que me costó mucho que ellos me aceptaran hasta que se formó un grupo hermoso", detalló sobre el oficio al que siempre se quiso dedicar.

Tanto se ganó al grupo de compañeros varones y hasta al profe que éste le dio una beca para que pueda segur estudiando en Edesur. "Me invitaron a ser la primera mujer en dictar un curso oficial para chicas en la UTN donde se recibieron 13 mujeres", contó con orgullo.

Tras ese primer exitoso curso que dictó, en septiembre brindó otro en el mismo lugar, pero mixto y para personas de todas las edades.

"En la Sociedad de Fomento Roca de Temperley también brindo el curso de seguridad eléctrica porque considero que es una zona de muchos incendios y es importante brindar este aprendizaje que sirve mucho", declaró y comentó que sus alumnos hombres y mujeres le mandan fotos de todo lo que van haciendo es sus hogares: "Es realmente gratificante".

LA LABOR SOLIDARIA

Respecto al trabajo social, contó que están juntando libros para una biblioteca que están armando en un comedor de la localidad de Mármol y además juntan juguetes para entregar en el Hospital Gandulfo.

"También estamos juntando ropa, zapatillas, colchones para los afectados en el último temporal, intentamos buscar la manera de ayudar a todos", dijo Jacqui que se moviliza constantemente para ir a buscar donaciones, pero comentó que todo lo que hace sería imposible sin el apoyo de su familia. "Mi marido me alienta siempre a hacer hasta lo que parece imposible, él es un groso porque sin él no hubiera llegado adonde estoy ahora", concluyó.