La conmovedora historia de la mamá que asistió el parto de su hija
Historia de amor. Myriam Azerrad, partera y doula, es de Temperley y viajó especialmente a Brasil donde vive su hija mayor para ayudarla a traer al mundo a su primer nieto.
Una verdadera historia de amor es la que protagonizaron la partera y doula de Temperley Myriam Azerrad junto a su hija mayor Renata que le pidió muy especialmente a su mamá que la asista en su primer parto y la experiencia fue tan perfecta que aseguraron que la repetirían.
Desde que Renata supo que estaba embarazada le dijo a su mamá Myriam que quería que sea su partera ya que quería parir en su casa ubicada en Parati, Brasil y así fue.
Aunque ya pasó un año y medio de la llegada del pequeño Guiné al mundo, Myriam recuerda el parto de su primer nieto como una de las situaciones más perfecta que haya vivido: "Soy partera hace unos cinco años y nunca pensé que justamente en la asistencia del parto de mi hija iba a estar tan tranquila y confiada como estuve ese 15 de mayo cuando conocí a mi primer nieto".
Además de partera, Myriam es doula, es decir una acompañante de las mujeres en la etapa de gestación y puerperio: "Siento que toda mi vida me preparé para este momento. Tengo cuatro hijas y siempre pensaba que si alguna de ellas decidía ser mamá yo quería estar ahí como doula y partera si ellas me lo pedían y en el caso de Renata salió de ella porque me dijo bien claro que no elegiría a otra persona para que la asista en ese momento".
Hace 15 años que Renata se fue a vivir a Brasil así que había que tener en cuenta el tema de la distancia: "Por suerte, durante su embarazo ella viajó para acá y se quedó en casa como dos o tres meses, pero siempre me dijo que quería que su hija nazca en Brasil porque además el papá del nene es de allá".
Soy partera hace unos cinco años y nunca pensé que justamente en la asistencia del parto de mi hija iba a estar tan tranquila y confiada como estuve ese 15 de mayo cuando conocí a mi primer nieto.
Por eso, Myriam preparó todo junto a su actual marido para viajar hasta Parati para asistir a su hija: "Fuimos en auto unas cuantas semanas antes de la fecha de parto que tenía Renata, pero el bebé nació unos 11 días después por lo que nos quedamos mucho más de lo esperado, pero valió la pena".
EL PARTO DEL AMOR
El 15 de mayo fue el día que la hija de Myriam comenzó con las primeras contracciones y ella estaba ahí a su lado para contenerla y darle toda la fuerza y la confianza para atravesar ese momento mágico.
"Fue por la mañana que arrancó a sentir las primeras contracciones. De las maneras infinitas en la que se puede iniciar un parto, el de Renata fue hermoso porque en 7 horas llegó Guiné", recordó.
La sensación de Myriam fue que se pareció mucho a sus partos ya que ella es mamá de 4 hijas mujeres y Renata es la mayor por lo que el recuerdo de convertirse en mamá llega de la mano de ella: "Acondicionamos el lugar porque para los partos domiciliarios se debe contar con varias herramientas y comodidades para la futura mamá y hasta hoy ella me comenta la tranquilidad y confianza que le generó que yo estuviera asistiendo su parto, pero debo decir que fue mutuo porque nadie más que yo conoce tanto a mi hija y sentí lo mismo hacia ella porque siempre ha sido de personalidad muy decidida y convincente".
La emoción de las dos mujeres y sus respectivas parejas que las acompañaron de la mejor manera embargó a toda la casa cuando se escuchó ese primer llanto de Guiné, el cual anunció que ya estaba ahí con su familia para cambiarle la vida a todos.
"Todo fluyó de una manera tan hermosa, todo salió tan perfecto que el bebé inmediatamente se prendió a la teta sin problemas y lloramos todes los presentes, fue un momento único, dormimos todos juntos y lo más importante fue esa energía que se sintió donde nada ni nadie la perturbó porque todes respetamos el momento", finalizó Myriam, quien además contó que el significado del nombre de su nieto viene de una planta que tiene la particularidad de absorber lo negativo para convertirlo en positivo por lo que seguramente no fue casual lo mágico y relajado del momento que se vivió allí en esa casa ubicada en Parati, Brasil aquel 15 de mayo.