Los shows y el arte local fueron el broche de oro en el festejo de Banfield

Hacia el cierre de los festejos, el escenario principal ubicado en Maipú y Arenales fue la atracción principal. Se presentaron los Canticuénticos, y los locales Pablo Cordonet y Las Diosas del Ritmo. 

Después de un desfile alucinante, por el que pasaron instituciones de Banfield, encabezados por los Bomberos y los Veteranos de Malvinas, cientos de vecinos en los foodtracks, juegos de kermés, inflables, maquillaje artístico y shows de circo a lo largo de Maipú, llegó el momento de la música. 

Todavía con el sol a pleno, subieron a escena los músicos de Canticuénticos, adorados por los chicos. Desde la ciudad de Santa Fe y con cinco discos en su haber, supieron conquistar el público infantil con ritmos y bailes pegadizos como el famoso "Monstruo de la Laguna".

"Vine con mi nene de 3 años que es fanático de Canticuénticos, se sabe todas las canciones y las baila. Poder verlos en vivo y en nuestro propio barrio es realmente emocionante", remarcó Victoria Cruz, vecina de la calle Pueyrredón. 

Luego llegó el turno de multifacético Pablo Cordonet, que suele deleitar a los banfileños con su café concert en el Country de Banfield. Con la temática puesta en lo que implica vivir en esta zona, el artista supo captar la atención desde el primer momento y hacer estallar de risa a los vecinos. 

Para cerrar este día inolvidable, organizada en conjunto el Municipio con el Rotary, el Club Atlético Banfield, los Bomberos Voluntarios, la Junta de Estudios Históricos y la Cámara de Comercio, llegó la cumbia de la mano de Las Diosas del Ritmo, un nuevo grupo femenino que debutó en mayo de este año en El Padilla de Temperley

Apadrinado por Gustavito de Los Tulipanes, el trío está integrado por Caro Allende en percusión y voz, Debi Balaguer en piano y coros, y Andre Gauna en timbal, voz y coros, todas artistas de la región con un largo recorrido en otras formaciones. Sin embargo, se presentaron en una versión XL que incluye a la talentosísima Martina Vior en guitarra, a Aye García en bajo y a Miku Solarz en congas. Las chicas hicieron bailar a vecinos de varias generaciones al ritmo de la cumbia, un broche de oro para un día que tuvo de todo: emoción, arte, comida rica, y mucho amor por el barrio.