Luego del temporal, entregan ropa a las familias necesitadas
EN LOPE DE VEGA 1440. Las Mamitas explicaron que aún cuentan con prendas y calzado para donar a quienes lo soliciten. La solidaridad en su máxima expresión.
El pasado jueves, el temporal azotó gran parte de Buenos Aires y muchas familias perdieron pertenencias a causa de la gran cantidad de agua que cayó durante la jornada. Es por eso que Las Mamitas de Lomas decidieron poner manos a la obra y relanzar la entrega de ropa y calzado para todos aquellos vecinos que lo necesiten.
"Tenemos ropa y algo de calzado para entregar y está a disposición en mi casa, en Lope de Vega 1440. La mayoría es ropa para niños, pero también hay un remanente para adultos", indicó Álida de Acuña, referente de Las Mamitas, quien con 86 años sigue sirviendo a la comunidad de manera desinteresada.
Tenemos ropa y algo de calzado para entregar y está a disposición en mi casa, en Lope de Vega 1440. La mayoría es ropa para niños, pero también hay un remanente para adultos.
Según explicó la propia lomense, los vecinos que de verdad tengan la necesidad de recibir las prendas solamente deben acercarse a su domicilio y llevarse lo que les haga falta, aunque pidió conciencia para que todos puedan recibir las prendas. "Hay muchas familias a las que les entró agua a la casa y perdieron todo, entonces queremos aportar nuestra humilde ayuda", resaltó quien es fundadora de Las Mamitas.
"Me gustaría poder hacer mucho más de lo que realmente hago. La realidad es que quisiera poder repartir las donaciones por mi cuenta, pero estoy en silla de ruedas y no puedo pagar un remis", explicó de Acuña sobre el motivo de por qué solicita a los vecinos a acercarse a su domicilio, en Lomas.
Hay muchas familias a las que les entró agua a la casa y perdieron todo, entonces queremos aportar nuestra humilde ayuda.
Cabe resaltar que también están recibiendo donaciones de indumentaria y calzado, todo en buen estado, para clasificar y seguir ayudando a quienes más lo necesiten. Aquellos que tengan prendas en desuso pueden acercarla también a la casa de Álida.
"A mis 86 años vi y viví muchas cosas. Siento mucha alegría de poder hacer servicio y lo voy a seguir haciendo, ojalá sea ejemplo para las nuevas generaciones, porque no debemos bajar los brazos", concluyó, con cierta emoción.