El Favorito, el almacén de Turdera que marcó la vida de Borges y Kodama
historia. A propósito del fallecimiento de la esposa del mítico escritor, hubo una pulpería lomense que signó al prestigioso escritor. Además inspiró un gran cuento.
La escritora y traductora María Kodama, última esposa de Jorge Luis Borges y heredera universal de su obra, falleció a los 86 años como consecuencia de un cáncer de mama que le había sido detectado en los últimos tiempos. A propósito de la importancia de esta pareja para la historia literaria argentina, destacamos aquí su lazo con Lomas: el almacén El Favorito, ubicado en Riego y Nuñez y 30 de Septiembre, Turdera, que inspiró uno de los cuentos más importantes del escritor.
Jorge Auruccio es el nieto del dueño del mítico almacén de ramos generales, hoy devenido una casona antigua. "Iban a comprar sus grapas y de todo, como toda pulpería, y ahí se armaban grandes duelos. Mi abuelo era aguerrido, que era la manera de manejarse en ese entorno. Él era el dueño de toda la manzana, y en esa esquina tenía el almacén", reveló Jorge.
Y Raquel, la dueña de la casa desde hace 40 años, contó que el actual garage de la casa era la entrada de carretas, destacó el renombre que tenían entonces los Hermanos Ibarra, famosos en esa época y "un montón de anécdotas" que le fueron contando con los años. "También lo llamaban el almacén 'La Pistola' o 'el de los duelos', porque cuando alguien miraba a otra persona y no le caía bien la cara, salían con facón en mano o con pistola. Así que eran bravos los que venían acá a tomar su grapa".
Y ese sitio, que fue conociendo Borges y luego Kodama (dados los años que tuvo Jorge Luis como vecino de Adrogué) inspiró al autor a escribir, según él, "acaso mi mejor cuento". Es que en el texto habría logrado combinar varios de sus temas predilectos: el sueño, el destino, el tiempo y la muerte del personaje.
"Iban a comprar sus grapas y de todo, como toda pulpería, y ahí se armaban grandes duelos. Mi abuelo era aguerrido, que era la manera de manejarse en ese entorno. Él era el dueño de toda la manzana, y en esa esquina tenía el almacén".
En el cuento el almacén se llama Santa Rita, y fue el último escrito de puño y letra que hizo Borges antes de quedar ciego. Borges lo inmortalizó con estas líneas: "El almacén había sido punzó, pero los años habían mitigado para su bien ese color violento. Algo en su pobre arquitectura le recordó un grabado en acero, acaso de una vieja edición de Pablo y Virginia. Atados al palenque había unos caballos."
El manuscrito de "El Sur" fue fechado en Adrogué y subastado en junio de 2002 por 186 000 dólares.