Juicio "Hogar de Belén": pidieron duras penas para los imputados
LESA HUMANIDAD. Solicitaron prisión perpetua para los acusados de matar a la mamá de los chicos abusados en Banfield y 21 años para la secretaria que se ocupó de ellos.
La fiscalía solicitó penas para todos los acusados en el juicio "Hogar de Belén", proceso que juzga el asesinato de tres personas, la apropiación de tres menores y los abusos sexuales a los que fueron sometidos los pequeños en ese hogar de Banfield entre 1977 y 1983.
Los auxiliares fiscal Juan Martín Nogueira y Ana Oberlin pidieron ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata la pena de prisión perpetua para el exministro de Gobierno bonaerense Jaime Smart; el excomisario y jefe del Pozo de Banfield, Juan Miguel Wolk; y para los expolicías Roberto Catinari, Héctor Francescangeli, Armando Calabro y Rubén Chávez, quienes trabajaban en la Brigada de Investigaciones de Lanús.
La pena máxima solicitada responde a los asesinatos de Vicenta Orrego Meza -madre de los tres hermanos abusados-, María Florencia Ruival y José Luis Alvarenga el 15 de marzo de 1977 en una casa de San José. Al mismo tiempo, los acusaron por los homicidios de Pedro Juan Berger, Narcisa Adelaida Encinas y Andrés Steketee, ocurridos al día siguiente en una casa de Llavallol; por esos tres crímenes también se solicitó perpetua para José Augusto López, un expolicía de la misma brigada.
Por otro lado, la fiscalía pidió 21 años de prisión Nora Susana Pellicer, exsecretaria del Tribunal de Menores N° 1 de Lomas de Zamora. Los funcionarios consideraron su "participación primaria" en la sustracción, retención y ocultamiento de los hermanos Mariano, María Esther y Carlos Ramírez, que en aquel momento tenían 2, 3 y 5 años respectivamente.
"Como secretaria judicial, legalizó e instrumentó actos que sirvieron para generar la fachada de legalidad con la que se pretendió ocultar los delitos, afiliándose, de ese modo, al abuso procesal orquestado, con un claro desvío de la finalidad propia de su función", expresaron los fiscales en su alegato. En sintonía, explicaron que la actividad de Pellicer apuntó al "ocultamiento y sustracción de los hermanos", a "impedir que su familia supiera de ellos", a "tornar incierto su estado civil" y "evitar cualquier posibilidad de restitución o revinculación con su tía y su padre, que pedía por ellos en el tribunal".
La dura acusación de Nogueira y Oberlin entendió todos estos hechos como crímenes de genocidio y delitos de lesa humanidad. Los tres hermanos escucharon el alegato por Zoom desde Suecia, lugar al que se mudaron hace años para iniciar una nueva vida.
LOS CRÍMENES Y LOS ABUSOS
Vicenta Orrego Meza vivía con sus tres hijos en una casa de San José y había dado alojamiento a una pareja de militantes Montoneros, María Florencia Ruival y José Luis Alvarenga, quienes escapan de la persecución militar. El 15 de marzo de 1977, fuerzas represivas ilegales fueron hasta su vivienda y abrieron fuego durante al menos 15 minutos. Vicenta logró sacar a dos de sus hijos por la ventana y cuando salía con su bebé en brazos, la acribillaron a balazos. La pareja de militantes también fue asesinada.
Los niños eran Mariano, María Esther y Carlos Ramírez. En ese momento quedaron con un vecino que días más tarde los llevó a la comisaría local para que la Policía localice a sus familiares, algo que nunca ocurrió.
Tras la intervención del Tribunal de Menores Nº 1 de Lomas, los hermanos fueron retenidos, se les ocultó su identidad y se los llevó al Hogar "Casa de Belén" de Banfield, ubicado en Pueyrredón 1651, donde fueron maltratados, golpeados, amenazados y violados reiteradas veces durante seis años, entre 1977 y 1983.