Reyes Magos: el origen del festejo en la historia de Lomas
memoria. El 30 de noviembre de 1930 la Comisión Directiva del Círculo Católico de Obreros resolvió organizar el reparto de juguetes y un gran desfile de los Reyes Magos
En pocos días llegan los Reyes Magos. Una celebración entrañable que para los lomenses constituye una de las tradiciones de las más nobles y significativas. En la noche de todos los 5 de enero en nuestra ciudad se vive una fiesta, un acto de fe y de esperanza, bien característico. El periodista Sergio Lapegüe rememora su historia.
Mucho tiene que ver con esta fiesta popular en Lomas de Zamora una institución: el Círculo Católico de Obreros de la avenida Hipólito Yrigoyen al 8400. En diciembre de 1928 se hace cargo de la dirección espiritual del Círculo el padre Angel Banfi. Por esa época, las autoridades analizaban distintas alternativas para atender ciertas necesidades de los chicos pobres del municipio. Entre otras, la que se organizó fue la entrega de juguetes para el día de Reyes.
El 6 de enero de 1929 se pudo concretar la iniciativa impulsada por una comisión que integraron Juan Jordán, Rafael Saralegui, Juan Van Schilt y Ricardo Larumbe. Así se dio el primer paso para concretar un proyecto bienintencionado con el paso de los años se convirtió en la celebración más popular de Lomas: el desfile de los Reyes Magos por las calles céntricas de la ciudad que hasta hoy convoca muchos vecinos cada noche del 5 de enero.
El reparto de juguetes en la mañana del 6 de enero iluminó con sonrisas las caras de miles de chicos que, de otro modo, no hubiesen contado con su soñado juguete. La iniciativa del Círculo pudo concretarse desde el principio y hasta hoy con el apoyo de la Comuna, de la Cámara de Comercio e Industria de Lomas, de la Policía Bonaerense, de los Bomberos Voluntarios de Lomas, del Rotary Club y, obviamente, de los socios de la institución.
Sin lugar a dudas, es la fiesta más esperada por el vecindario lomense. Últimamente se ha tomado por costumbre pedir a la gente una donación de un alimento no perecedero y que los niños lo entreguen al paso de los Reyes.
En la que con el tiempo sería una histórica sesión, el 30 de noviembre de 1930 la Comisión Directiva del Círculo resolvió organizar el reparto de juguetes y un gran desfile de los Reyes Magos en la noche del 5 de enero. Las empresas Leguizamón, Lasalle y Marcellini cedieron sus carrozas para el paseo de los Reyes y su séquito por las calles Laprida y Rodríguez.
En tanto, las casas Cocentino, Las Heras y Ripa hicieron lo propio con camiones para el traslado de los juguetes y su posterior distribución. El éxito superó todas las previsiones de los organizadores y por eso se decidió repetir todos los años el festejo.
Sin lugar a dudas, es la fiesta más esperada por el vecindario lomense. Últimamente se ha tomado por costumbre pedir a la gente una donación de un alimento no perecedero y que los niños lo entreguen al paso de los Reyes.
Con los años se fue perfeccionando la fiesta y los Reyes Melchor, Gaspar y Baltasar visitan en sus recorridos diferentes hogares y hospitales para repartir los juguetes a los chicos.