Día del Colectivo: los talleres, vitales para brindar un servicio de calidad

Todos los 24 de septiembre se celebra el Día del Colectivo, una fecha instaurada en 1928 ya que ese año se hizo el primer viaje de colectivo en Buenos Aires, el cual contó con un recorrido desde Primera Junta hasta Lacarra y Rivadavia. En Lomas, una de las líneas más emblemáticas es la 278, de la empresa 25 de Mayo, la cual funciona desde 1929 en la localidad. El Diario La Unión hizo un recorrido por la planta de la Línea 278 y visitó cada sector para conocer a los encargados de cada área, que cumplen una función vital para que los colectivos puedan realizar los recorridos sin inconvenientes.

LAS GOMAS, LO PRIMERO

Gustavo Acuña está a cargo del taller de gomería hace tres décadas: "Vine a Buenos Aires desde Tucumán, busqué trabajo y entré a la empresa con apenas 20 años. El oficio ya lo conocía, hice gomería cuando tenía 13 años, y cuando ingresé acá estaba contento".

El empleado contó que su trabajo cambió "un ciento por ciento" ya que antes había alrededor de 70 colectivos y hoy en día esa cifra se triplicó: "El trabajo era todo manual, a veces no había con qué arreglar un colectivo. Las gomas eran con cámara y aro, eso fue desapareciendo con el paso del tiempo".

"Todos los días revisamos las cubiertas de los colectivos con el golpe de un palo, así sabemos si están pinchadas o les falta aire. En esos casos, se trae el vehículo al taller", detallaron desde el sector sobre la labor diaria.

EL ARTE DEL TAPIZADO

Víctor Lugo trabaja en la Línea 278 y tiene 40 años de experiencia en el tapizado de los asientos. "Empecé a trabajar como ayudante de mi cuñado y aprendí el oficio mirando y practicando. Los tapizados de antes eran más costosos de terminar, tenían características artesanales, además de que los asientos contaban con más tecnología, con resortes y banda. Hoy en día son más simples, más rápidos de terminar y menos costosos", dijo, y luego admitió que la tela se compra con los colores que son acordes a los tonos de la carrocería del colectivo.

"El tapizado es parte de la decoración del colectivo, además de que le da una comodidad al pasajero", resaltó.

SIN MOTOR NO HAY SERVICIO

"Los colectivos llegan a nuestro taller para hacer mantenimiento en general, como reposición de aceite y filtro, además de roturas, arreglos en la caja, los frenos y cambios de repuestos", contó Horacio Fabré, oficial mecánico, sobre el cuidado diario al que se someten los vehículos para poder salir de forma segura a la calle.

Horacio trabaja hace 26 años y reveló que su llegada a la empresa fue casi de casualidad, ya que "vine un día de vacaciones a ayudar a mi tío y luego la Línea 278 me tomó como personal efectivo".

Al ser consultado sobre la durabilidad de un motor, desde el sector explicaron que mucho tiene que ver el chofer que maneja la unidad. "Hay mucha disparidad en cuanto a la vida útil de los motores", explicaron.

LA CARROCERÍA, UNA IDENTIFICACIÓN PROPIA

Daniel Lencina tiene 33 años de experiencia en el rubro de la chapa y la pintura, lugar en el que la labor no es solamente la mantención y la reparación ante un choque, sino que también se trabaja en la decoración y el embellecimiento de la carrocería gracias a los colores típicos de la empresa y al arte de un fileteador, quien se encarga de armar diseños en los paneles de los colectivos. "Esto es mi vida, con los muchachos somos una familia. Me encanta el trabajo, si no vivo de esto no estaría acá", cerró, con mucha emoción y sentido de pertenencia por la Línea 278.

Alejandro Di Toro es el gerente hace 17 años, pero pertenece a la empresa hace 63, quien explicó que en sus comienzos cada chofer se encargaba de arreglar y tener óptimo su propio colectivo, hasta que con el paso del tiempo la empresa logró tener sus propios sectores anteriormente mencionados para mantener en condiciones cada vehículo y así brindar un servicio de calidad a los vecinos.