Guillermo Szeszurak dio la cara, habló con los hinchas y no baja los brazos
declaraciones. El DT de Los Andes charló con los simpatizantes después del 0-2 ante Colegiales y luego, en conferencia de prensa, señaló: ""Vamos a pelear hasta el final, yo no me bajo".
Guillermo Szeszurak, el entrenador de Los Andes, fue una de las pocas personas que dio la cara tras la dura derrota por 2-0 ante Colegiales que desató el enojo de los hinchas y dejó en claro que peleará hasta el final para dejar al Milrayitas en la Primera B Metropolitana. "Yo no me voy a bajar y daré todo por dejarlo en la categoría", remarcó.
Szeszurak, con estas palabras, marcó su compromiso con el club y eso lo reflejó en hecho porque después del partido, en medio de un clima caliente y bajo una lluvia de cánticos en contra de los futbolistas y los dirigentes, se acercó a los hinchas y se puso hablar con ellos en la puerta del estadio Eduardo Gallardón.
"Los hinchas están en su derecho de repudiar este momento, pero yo pongo la cara siempre, jamás me voy a esconder. Sabíamos lo que agarrábamos y vamos a pelear hasta el final. Confío que lo vamos a sacar adelante", remarcó, confiado, el DT del Milrayitas en conferencia de prensa.
Y en esa línea, fiel a su estilo y sin tirar la pelota afuera, continuó: "Me hago cargo de los últimos cuatro partidos (el equipo sumó dos puntos sobre 12 en juego), sería una locura si pongo excusa por el tiempo de trabajo. Hoy hay que revertir esto cuanto antes y buscar los tres puntos el sábado ante Acassuso, hay que pensar en eso".
La realidad de Los Andes, en este contexto, se complicó con la última derrota de local porque siguen hundido en el fondo y además perdió una posibilidad para acercarse a sus primeros rivales, los cuales varios quedaron libres y el de Lomas de Zamora recién lo hará en la fecha 13. Eso, obviamente, agrava su presente.
A pesar de esto, el "Búfalo" mantiene la confianza en el plantel y considera que lo que necesita el equipo es un triunfo para cambiar la energía, tanto dentro como fuera de la cancha. "Hay que enderezar el barco. Cuando lo logremos, todo fluirá mejor. Y lo más vamos a lograr. Si creería que no fuera posible, no estaría acá. No me gusta perder el tiempo. No me voy a bajar ni en pedo (sic), el que lo quiera hacer, que se baje ahora", subrayó.
Por eso, consciente de esta necesidad, el DT ya piensa en el partido ante Acassuso, en el que equipo buscará cambiar la racha y sumar el primer triunfo de la era de Szeszurak, ya que remarcó que hoy al equipo le "cuesta" jugar en el Gallardón por el contexto que se vive. Y así lo dejó en claro: "Ahora serán fundamentales por los partidos de visitante para sumar el primer triunfo porque nos está pesando un poco los partidos de local. Hoy la cabeza de los jugadores está golpeada, dolida, y hay que revertirlo. Por eso, el partido de Acassuso será una prueba muy importante para lograrlo y quitarnos esa mochila", cerró.