Seguirá detenida la mujer acusada de estrangular a su nieta en Budge
Guaminí al 1000. La vecina de 51 años está imputada por "Homicidio agravado" en perjuicio de su nieta, una beba de 3 meses. Para la fiscalía, "el hecho está bastante claro".
La mujer de Budge acusada de asesinar presuntamente por estrangulamiento a su nieta de 3 meses seguirá detenida, informaron fuentes judiciales a La Unión.
Luego de que en primera instancia se negara a declarar, Betina Paola Fabro, de 51 años, continuará privada de su libertad mientras la fiscalía a cargo de la causa realiza algunas pericias.
"Se siguen realizando tareas en cuanto a la causa, aunque desde el punto de vista de la fiscalía, el hecho está bastante claro", indicaron fuentes cercanas a la investigación a este medio.
Vale recordar que la mujer está imputada por el delito de "Homicidio agravado" en perjuicio de su nieta, una beba de tres meses identificada como Ana María Patiño Fabro.
La fiscal Marcela Juan, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 14 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, es la encargada de llevar a cabo la investigación.
En paralelo, la madre de la víctima, una menor de 17 años, está imputada por "abandono de persona y lesiones" y a disposición de la fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil de Lomas.
EL HECHO
El hecho tuvo lugar el 15 de enero cuando la propia abuela de la beba la llevó hasta el Unidad Sanitaria Dr. Enrique Finochietto, en Lomas, ya sin vida. Según las fuentes, los médicos constataron que la víctima presentaba lesiones en el rostro y en el cuello, compatible con un mecanismo de asfixia, por lo que fue el personal de salud quien alertó a la Policía.
Tras la denuncia, intervinieron efectivos de la Comisaría de Budge y la fiscal Juan, quienes se trasladaron hasta el domicilio donde residía la beba, en la calle Guaminí al 1000.
Luego de entrevistarse con vecinos y otros testigos, la fiscal dispuso la detención de la abuela. A su vez, las pesquisas confirmaron a través del resultado de la autopsia que la beba fue estrangulada.
Por su parte, Sebastiana Ferreira, propietaria de la casa donde alquilaban desde hacía siete meses una pieza las dos mujeres con dos menores, aseguró que la relación entre madre e hija era conflictiva y que diariamente se escuchaba el llanto de dos bebés.