Vende perfumes para costear su recuperación del Coronavirus
SOLIDARIDAD. Adriana Fernández se contagió, tuvo neumonía y la enfermedad le despertó trombosis y anemia. Ahora comercializa fragancias para salir adelante.
Adriana Fernández es una vecina de Llavallol que se contagió de Coronavirus a fines de junio, pero su cuadro empeoró a tal punto de llegar a tener neumonía, trombosis y anemia, lo que derivó en una internación en el Hospital Gandulfo. Ya de alta, tuvo que afrontar la recuperación con medicamentos de todo tipo, por lo que se le ocurrió comenzar a vender perfumes para poder costear los gastos. "Mucha gente me ayudó y nunca me voy a olvidar de ese gesto", dijo la lomense, emocionada.
"Estimo que me contagié entre el 22 y 24 de junio en mi trabajo, el 28 me hice el hisopado y me dio positivo", empezó a contar Adriana sobre el inicio de lo que, sin saberlo, iba a ser una odisea que aún continúa hasta estos días.
Paf, corticoides, antibióticos, aspirinas y protectores gástricos son algunos de los remedios que Fernández debe tomar a diario para darle pelea a las secuelas que le dejó el Coronavirus.
A medida que pasaron los días, la salud de Adriana empezó a complicarse: con muchos de los síntomas compatibles con el Covid-19, incluso un desmayo, el 5 julio debió internarse ya que su saturación de oxígeno era muy baja. "En el Gandulfo me controlaron la saturación, pero ya tenía neumonía y los pulmones comprometidos. Ahí me mandan una batería de medicamentos", rememoró la lomense, en ese momento angustiada por su salud y su situación económica.
"El Coronavirus me alteró todo, me hice los estudios y análisis de sangre y los parámetros estaban desequilibrados, incluso me despertó trombosis y anemia. Hay que prestarles atención a los síntomas de la enfermedad", agregó Adriana. Paf, corticoides, antibióticos, aspirinas y protectores gástricos son algunos de los remedios que Fernández debe tomar a diario para darle pelea a las secuelas que le dejó el Coronavirus, pese a ya contar con el alta de la enfermedad propiamente dicha. "El esomeprazol, por dar un ejemplo, me cuesta $4 mil", dijo.
A Adriana se le ocurrió comenzar a vender perfumes, tanto de hombres como de mujeres, para poder solventar los gastos de sus medicamentos: Paco Rabanne, Carolina Herrera, Christian Dior, Kenzo, Armani, Ralph Lauren y Givenchy son algunas de las marcas que comercializa. Los precios están entre $650 y $1.750, aunque hay promociones por la compra de más de una unidad. "Son imitaciones muy buenas y a un costo accesible. Los que más salen son el 'Invictus' y el 'One Million' de Paco Rabanne y 'Good Girl' de Carolina Herrera", reveló Adriana.
Mucha gente me ayudó con alimentos o dinero, es muy emocionante ver la solidaridad de los vecinos y nunca me voy a olvidar de ese gesto.
"También hice rifas, me la rebusqué en todo sentido. Seguramente para el Día de la Madre haga otra", adelantó Fernández. "También hago sorteos de perfumes en forma de agradecimiento. Mucha gente me ayudó con alimentos o dinero, es muy emocionante ver la solidaridad de los vecinos y nunca me voy a olvidar de ese gesto", con la voz sensiblemente resquebrajada.
Los lomenses que quieran colaborar con la causa y comprarse un perfume para uso personal o para hacer un regalo pueden contactarse con Adriana al 1131992696 o bien pasar por Luzuriaga 196 (Llavallol), el local de su marido, donde tiene exhibidas las fragancias.