Tiene 85 años y hace sillas, mesas y muebles en miniatura
"SOY MUY DETALLISTA". Adolfo Sagardoyburu descubrió su pasión por el arte y las manualidades hace una década y ahora no para de crear réplicas a escala.
Adolfo Sagardoyburu es un vecino que tiene una increíble habilidad en sus manos. A sus 85 años, realiza sillas, mesas y muebles en miniatura, con una calidad de detalles impresionante y difícil de comprender. Un hobbie que descubrió de casualidad, que hoy en día lo entretiene y, además, le da una salida laboral. "Siento que tengo en mi alma el don de ser paciente y muy detallista", sostuvo, feliz de dar a conocer sus creaciones.
Su pasión por la artesanía y las manualidades las descubrió de casualidad. En 2010, Adolfo encontró unas revistas de decoración que había comprado en 1951, con imágenes de sillas y muebles antiguos de España. "Como tenía bastante madera de cajones, se me ocurrió replicar una de las sillas, pero en miniatura, de solo 5 centímetros", empezó a explicar acerca del inicio de esta aventura que lo acompaña ya hace una década.
En 2010, Adolfo encontró unas revistas de decoración que había comprado en 1951, con imágenes de sillas y muebles antiguos de España. Como tenía bastante madera de cajones, se le ocurrió replicar una de las sillas, pero en miniatura.
"Como me gustó el resultado, seguí con la réplica de mesas y sillones. Siento que tengo en mi alma el don de ser paciente y muy detallista", sostuvo el vecino de Remedios de Escalada. Cualidades ideales para lograr semejante obra de arte.
Pero su talento no llegó hasta ahí y fue por más. "Un día visité a un amigo y vi un aparador que me encantó, pero no tenía para dibujarlo. Encontré un envoltorio de cigarrillo y lo plasmé ahí para después hacerlo en madera", rememoró sobre cómo incorporó a los muebles en su repertorio.
Hechos mayormente con cedro, madera que consigue gracias a un primo que tiene una carpintería, las sillas, los sillones y los muebles son idénticos a sus gemelos en tamaño natural, todo confeccionado y tallado a mano. "Tienen todos los detalles, hay cortes que son de apenas 5 milímetros. Los aparadores cuentan con los cajones, las puertas e incluso los vidrios y los espejos", aclaró Sagardoyburu.
Es un trabajo muy delicado, para hacer una silla tardo dos días y, por ejemplo, para realizar un aparador, me lleva más de una semana.
Adolfo tiene distintos ejemplares de sillas y hasta once modelos distintos de aparadores: "Es un trabajo muy delicado, para hacer una silla tardo dos días y, por ejemplo, para realizar un aparador, me lleva más de una semana". Incluso, a algunas de las sillas en miniatura las pinta con los colores de los equipos de fútbol para venderlas. "Tengo cerca de 15 cajas llenas de trabajos", agregó.
Si bien vende en alguna que otra oportunidad, este trabajo lo hace "para entretenerse". Como es un trabajo muy refinado y delicado, el precio de las piezas es elevado: los aparadores, por ejemplo, pueden llegar a valer aproximadamente $6 mil.
Actualmente estoy innovando con un modelo de mesa para que acompañe a un juego de sillas. Ojalá pueda hacer esto, que tanto me apasiona, por muchos años más.
Adolfo supo exponer toda su obra en la Rural, en la Feria de Artesanías, donde muchas veces recibió ofertas para comprar sus muebles: "Estuve siete años y tuve un éxito impresionante, gente de cualquier rincón de Argentina se iba maravillada con lo que veía".
"Actualmente estoy innovando con un modelo de mesa para que acompañe a un juego de sillas. Ojalá pueda hacer esto, que tanto me apasiona, por muchos años más", concluyó Adolfo, que dejó su número para cualquier vecino que esté interesado en su obra: 20977120.