Marcelo Bravo, de jugar con Messi a brindar ayuda en la pandemia
en el barrio Facundo Quiroga. Junto a su familia y amigos, el exfutbolista de Vélez, con pasado en la Selección Argentina, realiza ollas populares en Albertina y a su vez hace una colecta de juguetes para donarlos el Día del Niño. "Queremos ayudar a los más necesitados", remarcó.
Marcelo Bravo brilló con la camiseta de Vélez, se coronó campeón fútbol argentino en el Clausura 2005 y también vistió la camiseta de la Selección Argentina, siendo uno de los socios de Leonel Messi en el Sudamericano sub-20 de 2005. Pero esa carrera, incipiente y con destino europeo, se truncó de un día para el otro, por un afección cardíaca que se le destacó en un estudio de rutina, y con 20 años se retiró de la actividad profesional.
Ese acontecimiento le cambió su vida, lo obligó reinventarse para seguir vinculado con el fútbol y hoy, además de destacarse como entrenador de las Inferiores del club de Liniers, se encarga de dar una mano con las personas más vulnerables frente a la pandemia del Coronavirus.
Por eso, junto a toda su familia y con varios amigos de barrio, comenzó a realizar ollas populares en la casa de sus padres en el barrio “Facundo Quiroga” de Albertina, donde se crió y pasó toda su juventud, para dar una mano en duro momento que viven muchas familias y también comenzó una colecta de juguetes para donar en el Día del Niño.
“La idea surgió con la familia, especialmente con mi hermano, en una reunión en casa y a partir surgió todo. Nosotros queríamos ayudar porque en el barrio hay muchas personas necesitadas y por eso, después de una charla con toda la familia, empezamos. Después se fueron sumando amigos, uno ellos quería había empezado con la movida de hacer una merienda por semana, y nos unimos todos. Seremos entre ocho y diez personas que estamos siempre”, comentó Bravo sobre le inicio de esta movida.
Todo comenzó hace dos meses y, gracias a la ayuda que fueron recibiendo de distintas vecinos, pudieron dar continuidad. Hasta el momento, con dos jornadas por semana, una de olla popular (los sábados) y otra de merienda (los miércoles), suman 14 jornadas diferentes y alrededor de 2.000 platos de comidas entregados. “Al principio no eran muchas viandas que entregábamos, pero en los últimas cuatro semanas, gracias a las personas que se sumaron a colaborar, pudimos entregar entre 250 y 300 platos por día”, subrayó el exfutbolista, actualmente entrenador de la Cuarta División del Fortín.
Y en esta movida solidaria, todos aportan su granito de arena. El papá de Marcelo, junto al padre de otro de los chicos, se encarga de cocinar y el exfutbolista, acompañado por su hermano Gustavo, son los que reciben a las personas y reparten los platos de comida. Pero no están solos. A ellos se suman cinco personas más del barrio, que realizan diferentes tareas para que todo salga de la mejor manera posible. Y a ellos, a su vez, se le agrega la colaboración de todos los vecinos.
“Muchas personas se comunicaron con nosotros a través de las redes sociales y nos fueron aportando mercadería, también dinero, algo que nos ayuda un montón para seguir adelante. Lo bueno es que ayudamos entre todos, y eso es lo más lindo. También se acerca gente del barrio y nos acercan mercadería. Estamos muy contentos con lo que se generó”, destacó Bravo, quien también agradeció la ayuda que recibió de la sub-comisión del hincha de Vélez, que también ayudaron con mercadería y dieron una mano durante estas jornadas solidarias.
“TODO LO HACEMOS CON AMOR”. El exjugador de Vélez vive con “felicidad” esta movida solidaria que lleva adelante con su familia y amigos, ya que tenía ganas de “ayudar en este momento” para que las personas más necesitadas tengan un plato de comida.
“Si bien fui un jugador profesional, tuve una carrera corta y no me salvé. La verdad es que no nos sobra nada, pero queríamos ayudar y nos ponen muy contentos poder colaborar”, remarcó el exfutbolista, que todavía es recordado por los hinchas de Vélez y que tuvo el privilegio de jugar con Messi.
Y en esa línea, concluyó: “Todo lo que viví en el barrio, esos momento en los que me han faltado cosas, me han fortalecido y como hoy tengo un trabajo estable, quiero aportar ese granito de arena y darle un plato de comida a las personas que lo necesitan. Esto lo hacemos con amor, con el objetivo de ayudar para que las personas tengan un plato de comida”.
¿CÓMO COLABORAR? Las personas que quieran colaborar, ya sea con mercadería o con la entrega de juguetes para donar, se puede comunicar con Marcelo a través de sus redes sociales de Facebook e Instagram, o también con Gustavo, su hermano, para recibir más informacio