Asesinada en su casa de Quilmes presentaba un tiro en la cabeza
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La joven madre encontrada ayer asesinada en su casa de la localidad bonaerense de Quilmes murió de un balazo en la cabeza y los pesquisas secuestraron dos armas de fuego de su pareja, un efectivo de la Prefectura Naval Argentina (PNA), informaron fuentes policiales.
Si bien en un principio los investigadores creyeron que la víctima, identificada como Marisel Genovese (27), había fallecido de un fuerte golpe en la frente, la autopsia reveló que presentaba un impacto de bala calibre 9 milímetros.
Fuentes policiales informaron a Télam que los peritos de la Policía Científica bonaerense secuestraron en la almohada de la cama sobre la que se encontró el cadáver de la mujer un proyectil 9 milímetros y en la misma habitación una vaina del mismo calibre.
A partir de estos elementos, los investigadores secuestraron dos pistolas 9 milímetros de la pareja de la víctima: la provista por la PNA y otra de su propiedad, la cual guardaba en su vivienda, donde ocurrió el crimen, dijeron los informantes.
Según las fuentes, los pesquisas aguardaban los resultados del cotejo balístico del plomo y la vaina incautados con las dos armas secuestradas para determinar si alguna de estas fueron utilizadas en el homicidio.
La causa está a cargo del fiscal Jorge Saizar, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial Quilmes, quien continuaba hoy con la recolección de evidencias y recepción de más testimonios en procura de esclarecer el hecho.
Ayer, tras descubrirse el homicidio, los pesquisas policiales descartaron la hipótesis de un intento de robo y comenzaron a seguir la pista de un crimen por cuestiones sentimentales.
En ese sentido, algunos testigos dijeron haber escuchado de manera frecuente discusiones entre Marisel y su pareja, con quien tenía una hija de 6 años.
La mujer también era madre de un adolescente de 13, fruto de una relación anterior, agregaron los voceros.
El hecho fue descubierto ayer a las 9, en una casa ubicada en calle Los Ciruelos, entre Alem y Garibaldi, a dos cuadras de la ribera quilmeña, en la zona sur del conurbano, donde Marisel vivía con sus dos hijos y el efectivo de la PNA.
De acuerdo a los voceros, todo comenzó cuando la niña se despertó y halló a su madre muerta sobre la cama contigua, por lo que fue a alertar de lo sucedido a su abuela, que reside en la vivienda lindera y llamó al 911.
Cuando los efectivos arribaron al lugar constataron que la madre de la nena yacía sobre la cama, vestida y tapada con una sábana, y presentaba una herida en la frente.
Según las fuentes, al momento del hallazgo del cadáver no se encontraban en el lugar la pareja de la víctima y el hijo adolescente de ésta, quienes luego manifestaron a los pesquisas que ellos se habían ido a trabajar y a la escuela, respectivame
