Volvió a tener vida Arsenal de Llavallol

El Parque Municipal recuperó un espacio que fue abandonado desde el cierre de la entidad.

La esquina de Boulevard Santa Catalina y Libres de Sur, donde hoy se encuentra el Parque Municipal, fue hace mucho años la casa del club Arsenal de Llavallol, que nació en 1948 y desapareció en 1968. Abandonado por años, el lugar recuperó la vida con la creación del nuevo parque y empezó escribir una nueva historia, una más acorde a la que supo tener en las décadas del 50 y 60. Dos futbolistas de aquellos tiempos de Arsenal, Cesar Ruiz y Carlos “Palo Lamas”, recordaron con cariño los años de gloria de club, que supo tener entre sus filas a jugadores como Ángel Clemente Rojas, Antonio Angelillo, Vladislao Cap y Humberto Maschio, entre otros. “Fue una fábrica de talento. Por acá pasaron figuras que luego brillaron en equipos grandes y hasta en la Selección”, comentó Ruiz, a lo que Lamas agregó: “Para mí es un recuerdo histórico, del club salieron jugadores a nivel mundial”. A pesar de eso, Arsenal cerró sus puertas en 1968 y a partir de ahí entró en una etapa de abandono total, donde lo único que se vio por años fueron pastizales crecidos. “Fue triste cuando desapareció, pero me di cuenta de eso con el paso de los años. Fue una gran pérdida”, remarcó Ruiz, que luego jugó en Talleres de Escalada y San Lorenzo. Pero ahora la historia cambió. Con la creación del Parque Municipal de Llavallol, el lugar recuperó la vida que supo tener y se convirtió en un espacio para realizar cualquier actividad deportiva, ya que cuenta con un complejo polideportivo y distintas áreas para la recreación y el esparcimiento. “Me gusta verlo así porque lo usan personas de todas las edades. Se recuperó un espacio muy lindo y donde se respira aire puro”, señaló Ruiz,  quien agregó que va “muy seguido” a caminar por el circuito de asfalto que hay en el parque. Por su parte, Lamas, que durante tiempo le entristeció ver ese espacio lleno de basura y abandonado, resaltó el valor que el Municipio lo haya recuperado. “Paso tres veces por semana por el parque y la verdad es que lo que hicieron es brillante, espectacular”, contó.  Y cerró: “Siempre veo mucho movimiento y limpieza. Esto sirve mucho para Llavallol, para que los chicos jueguen a la pelota, porque ya no hay casi potreros, y para que la gente vaya a caminar