Crean una Comisión para restaurar y recuperar el teatro Amado Nervo
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El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, se reunió con vecinos de Gerli para avanzar en un proyecto de remodelación y puesta en valor del edificio que desde hace décadas permanece abandonado.
La recuperación del cineteatro Amado Nervo parecería estar cada vez más cerca. El intendente de Lanús, Néstor Grindetti, se reunió con vecinos de Gerli para formalizar la creación de una comisión que permita diseñar un proyecto de remodelación y puesta en valor de esta emblemática institución ubicada en Sánchez de Bustamante al 500.
El encuentro se realizó en el Palacio Municipal y contó con la participación de funcionarios de Gobierno, concejales, representantes de la Federación Independiente de Instituciones de Gerli, sociedades de fomento y el Rotary Club. Durante la cita, las partes se comprometieron a dar los pasos necesarios para reinaugurar el edificio.
En un primer borrador de lo que podría ser la base del anteproyecto que el Poder Ejecutivo deberá presentar en el Concejo Deliberante, se incluyeron una serie de pautas principales: la obra deberá comprender la restauración de la fachada original, la puesta en valor del hall de entrada, -que funcionará como un Salón de Usos Múltiples- y la reconstrucción total de la sala principal donde funcionará el cine y el teatro. Además, se estipuló el reacondicionamiento completo de un terreno lindero donde se piensa instalar una biblioteca.
El secretario de Políticas Sociales, Emiliano Bursese, destacó el trabajo conjunto entre el Municipio, el Concejo Deliberante y los vecinos. “Siempre es importante contar con el consenso suficiente para trabajar en algo tan serio y emblemático como este cine-teatro que representa un lugar tan sensible a los afectos de ese pueblo”, señaló. En ese sentido, Grindetti apuntó: “Queremos recuperar este espacio cultural para todos los lanusenses”.
El Amado Nervo comenzó a funcionar en 1927 y durante décadas fue el lugar obligado para la cultura y el entretenimiento de muchos vecinos. Después de un gran incendio, en 1933, “El Tachito”, como en ese entonces lo conocían los vecinos, cambió su fisonomía. Con el tiempo se renovó y adoptó una infraestructura más moderna: de cemento.
Allí se acercaban bailarines desde Valentín Alsina, Barracas al Sur y hasta Palermo. Bailaban al concluir las obras de teatro, corriendo hacia los costados las sillas que servían como butacas. Actuaron desde Eladia Blázquez hasta Alberto Castillo, quien incluso se presentaba en vivo durante las películas.
La última función en el lugar fue en 1968. Desde entonces el edificio quedó abandonado y resiste para no desaparecer. Por ahora, su letrero se mantiene firme y sueña con volver a encenderse otra
