Manos libres para el mercado
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La decisión del Gobierno de desregular el precio del barril de petróleo implicará un problema mucho mayor al aumento de los combustibles en las estaciones de servicio que se cristalizará desde el 22 de octubre.
Por Nicolás Sagaian
El impacto se hará sentir no sólo en las provincias petroleras (Chubut, Santa Cruz, Neuquén, Mendoza, Río Negro), sino en la forma en la que se reparten las regalías, la actividad, el trabajo del sector y las empresas pymes. La onda expansiva de esta medida posiblemente no se vea en pocas semanas, pero a largo plazo las consecuencias se harán sentir más allá de lo que marque la cotización de la nafta en los surtidores.
Las negociaciones en el sector quedarán exclusivamente en manos de privados. La retirada del Estado, que hasta ahora se dedicaba a mantener a todas las partes contentas, implosionará el statu quo que se sostenía desde hace una década y la realidad será otra.
Las empresas dejarán de actuar como si tuviesen un mercado cautivo y a disposición; tendrán que bajar los costos y competir, pero eso no siempre se convertirá en un beneficio para toda la cadena.
La reducción de los costos impactará en acuerdos laborales, la infraestructura de negocios que tendrá que achicarse y en el desarrollo de la actividad a nivel local.
El diputado nacional de la provincia de Neuquén Darío Martínez lanzó una advertencia esta semana en el portal Iprofesional: las compañías “van a frenar la actividad en las destilerías” y “les será más rentable importar naftas” por el precio del barril.
“El sector que comercializa combustibles se verá beneficiado pero perjudicará directamente a los trabajadores petroleros, a las pyme de servicios y a las provincias productoras, como Neuquén”, completó el legislador. Los estacioneros coinciden en que la posibilidad de importar cambiará radicalmente la forma en la que opera el sector.
“Si bien lo lógico sería apostar por lo local, el hecho de que el precio interno se equipare con los parámetros internacionales le devuelve atractivo a la importación”, sostiene Raúl Castellanos, secretario de la Cámara de Empresarios de Combustible.
Si los productos extranjeros resultan más baratos y proponen una opción más rentable, el gran inconveniente pasará en cómo se va a sostener la actividad petrolera a largo plazo. Dejar todo librado a la mano invisible del mercado perjudicará en varios aspectos al pa