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Temperley quedó atrapado por las garras de Tigre

No levanta. Tercer traspié al hilo del Gasolero, que no encuentra el rumbo futbolístico y no logra convertir. La visita lo definió en un tiempo y no pasó sobresaltos.

No hubo resurgimiento. Temperley le sembró más dudas a su presente. En el estadio Alfredo Beranger, perdió por 2-0 frente a Tigre, que lo durmió en los primeros 45 minutos. El equipo de Fernando Ruiz atraviesa un momento complicado, con tres derrotas en fila, sin una identificación futbolística y lejos del arco rival, a tal punto que convertir un gol ya es un karma. 

Temperley comenzó mejor. La inclusión de Agustín Campana desde el arranque le dio una bocanada de aire fresco al ataque. De los pies del exClaypole el local animó los primeros minutos. Zenobio le sacó un remate que iba al ángulo izquierdo. Después avisó de zurda.

Pero los de Victoria se metieron rápido en partido y desnudaron las falencias defensivas del local. En siete minutos, dos goles y otros tantos remates en los palos del arco Gasolero.

A los 17 minutos convirtió Magnín. Prieto combinó con Fernández que puso el pase al medio para que el goleador, que estaba en la misma línea que Bustos, eludiera a Papaleo y convirtiera. Después fue una ráfaga azul y roja. Otra vez el "9" encaró al arquero, pero la pelota se le frenó y cuando remató el poste y la reacción del "1" salvaron al local.

Pero Magnín fue por más. Y el poste le ahogó el grito con un cabezazo. Hasta que Carreras juzgó intencional una mano de Gómez barriendo abajo y la ejecución fue letal.

Después, el Matador cedió campo y pelota y Temperley fue para adelante, con poco fútbol, pero con mucho fervor. Con centros y remates de afuera buscó el descuento que se le negó.

El segundo acto se debatió entre dos posturas totalmente opuestas. Tigre esperó y no se enloqueció por aumentar, mientras que Temperley se fue consumiendo con el correr de los minutos. El ingreso del juvenil Paiva por Baldunciel le dio más vértigo, pero el resto no lo acompañó. Se fue diluyendo Campana y Brotzman estuvo muy lejos de comprometer.

Tampoco aportaron Molina y Martelli con sus ingresos. Está claro que el problema de Temperley no son los nombres, sino el funcionamiento colectivo del equipo. Ruiz no da en la tecla y las derrotas ya pasan a ser parte de un problema que no tiene solución.

Tan seguro estaba Tigre, que Martínez a mitad del complemento ya no tenía en cancha a Magnín y Fernández, dos de sus mejores hombres. Uno a la hora de jugar, el otro para meterla (ocho en cinco fechas, cuatro de penal). Y poco después prescindió de Metilli.

Temperley fue pero no tuvo peso ofensivo. Se acercó hasta el área, pero no comprometió a Zenobio. Sobre el final, el travesaño y Papaleo (¿entró el tiro de Díaz?) lo salvaron de la goleada. 

Se vienen días agitados. Tercer 0-2 en contra, 322 minutos sin goles a favor. Y se viene Alvarado, último en la tabla y un rival que invita a la recuperación para volverse feliz de Mar del Plata.  

La Síntesis

Temperley (0): Joaquín Papaleo; Leonardo Zaragoza, Facundo Gómez, Facundo Rodríguez y Santiago Bustos; Elías Contreras, Gaspar Vega y Agustín Allione; Lucas Baldunciel, Agustín Campana y Román Brotzman. DT: Fernando Ruiz.

Tigre (2): Felipe Zenobio; Lucas Blondel, Fernando Alarcón, Abel Luciatti, Sebastián Prieto; Lucas Menossi, Sebastián Prédiger, Francisco González Metilli; Tomás Fernández, Pablo Magnín y Pablo Becker. DT: Diego Martínez.

Goles PT: 17m. y 24m. Pablo Magnín (Ti), el segundo de penal. Cambios ST: 0m. Axel Paiva por Baldunciel (Te) y Francisco Oliver por Luciatti (Ti), 16m. Ijiel Priotti por Fernández (Ti), 17m. Mauro Molina por Allione (Te) y Sebastián Martelli por Contreras (Te), 22m. Enzo Díaz por Magnín (Ti) y Christian Zabala por Menossi (TI), 27m. Víctor Cabrera por González Matilli (Ti). Amonestados: Martelli y Crivelli (Te). Árbitro: José Carreras. Estadio: Alfredo Beranger.

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