La Unión | LOMAS

Lomas: vacunan contra el Covid a docentes de grupo de riesgo

vuelta a clases. Arrancó hace nueve días y ya se inmunizaron a casi 300 personas. "Esto nos va a permitir recuperar una vida natural y tranquila", dice el director del centro de salud de IOMA Temperley.

En el Hospital de IOMA Gabriela Carriquiriborde de la localidad de Temperley desde nueve días todas las mañanas una larga fila de personas se forma sobre la vereda. Son docentes y auxiliares que integran alguno de los grupos de riesgo y que se acercan ordenadamente a aplicarse la vacuna Sputnik V de cara al regreso a las clases presenciales el 1 de marzo.

Hasta el momento, según pudo averiguar La Unión, son cerca de 300 los docentes vacunados. Por día reciben la primera dosis entre 70 y 80 hombres y mujeres, y cada uno de ellos lo vive de manera especial. Hay quienes se emocionan y lagrimean. La mayoría pide a alguien que le saque alguna foto y los más precavidos llenan de preguntas a los enfermeros.

"Una señora recién se largó a llorar, mucho. Me asusté, ¡pensé que la había hecho doler! Después nos contó todo lo que había sufrido el año pasado por la pandemia y entendimos el llanto", cuenta el enfermero Jorge Pérez.

Lo que se palpa en la carpa montada en una entrada contigua a la guardia del Hospital es que no se trata de un operativo de vacunación más. "Este es un acto de respeto a la docencia, ojalá todos podamos estar vacunados cuánto antes", dice Noelia Zalazar, docente de matemáticas.

Noelia vive estos días con expectativa. Cuenta tiene "muchas ansias" de volver al aula, porque 2020 "fue un año complicado". "Los alumnos necesitan que uno esté explicándoles. Fue complejo estar encerrados cuidándonos y cuidando a nuestros seres queridos", desliza con una sonrisa escondida detrás de su barbijo.

Miguel Pacheco lo vive de manera similar. "Contento de haberme dado la primera dosis, porque todos estos meses estuvimos pasándola mal, pensando que podíamos contagiar a alguna persona querida. Yo tengo enfermedad cardiovascular e hipertensión, así que es un alivio enorme vacunarme", dice el maestro de secundaria.

El sistema en la puerta de la clínica está bastante aceitado. Dos grandes gacebos reciben a los y las docentes que previamente se inscribieron en el sitio de internet o desde una aplicación, en diferentes postas. En la primera se confirman los datos y se les pide que firmen una declaración jurada sobre sus patologías de riesgo.

Una vez que hay cinco personas con estos pasos dados, se avisa al vacunatorio, ya adentro de la clínica, que saquen un frasco del freezer. "Recién entonces, y no antes, no podemos correr riesgos de que se pierdan dosis", aclara Yanina Wajda, secretaria de Dirección del hospital. Todo el proceso no tarda mucho más que 40 minutos.

Raúl Sánchez, director del hospital, asegura que la campaña cuenta "con bastante adhesión, a pesar que de hubo una cierta tendencia a desprestigiar la vacuna". El médico explica que la Sputnik V "ha tenido una muy buena eficacia y no mostró efectos adversos de gravedad hasta ahora. Es bastante segura la vacunación que se está brindando".

El Hospital Gabriela Carriquiriborde abrió a mitad del año pasado en el edificio de la ex Clínica Comahue, en pleno pico de la pandemia. "Atendimos durante el año muchos casos graves, absorvimos la demanda de otras zonas, incluso de terapia intensiva. Y ahora llegó la vacuna que es la forma más adecuada de enfrentar la pandemia", asegura Sánchez.

En las últimas semanas el Gobierno de la provincia de Buenos Aires entregó en el hospital "entre 250 y 300 dosis". Este lunes llegaron más y Sánchez cree que en los próximos días habrá "otra remesa similar". Así, "a fin de mes serán muchos más" los vacunados, "según la llegada de las vacunas desde Rusia".

Para el especialista "esto es un tema de Estado". "Tenemos que estar todos mancomunados y los que hemos pasado situaciones tan dramáticas nos parece fundamental que todos sumemos esfuerzos para que tenga una cristalización como corresponde y podamos volver a tener una vida natural y tranquila", señaló.

Leonardo Verna, vicepresidente de IOMA, señaló que la meta para las próximas semanas "es inmunizar a la mayor cantidad posible de docentes y personal de seguridad que se han anotado" en vacunatepba.gba.gob.ar.

Para eso, Federico Paruelo, director general de regionalización de IOMA explica que cuentan "con un equipo de alrededor de veinte personas" en el operativo. "Entre ellos hay quienes se dedican a entrevistas de admisión, vacunadores y personal encargado de brindar información a tener en cuenta para después de la vacunación".

Miguel Pacheco dice que es "muy buena atención, te explican todo y ahora estamos esperando por si tenemos algún síntoma raro, por suerte hasta ahora ninguno". "El primero de marzo seguro vendré a ponerme la segunda dosis", cierra.