El conductor que atropelló a Elena Alonso seguirá el libertad: le otorgaron la eximición de prisión
POLÉMICO. La jueza de Garantías N° 6 de Lomas de Zamora, Laura Verónica Nini hizo lugar al pedido del abogado del conductor. La familia de la mujer atropellada cuestionó el fallo.
El joven acusado de atropellar y matar a Elena Alonso en la esquina de Garibaldi y Scalabrini Ortiz seguirá en libertad. La jueza de Garantías Laura Verónica Ninni le concedió la eximición de prisión que había solicitado su abogado por considerar que no existe peligro de fuga y que el conductor "demuestra su intención de someterse al proceso".
En una resolución de cuatro página, la titular del Juzgado de Garantías N°6 de Lomas de Zamora contempló que Federico Nicolás Ríos desde el momento en el que la Policía lo fue a buscar a su casa "prestó colaboración" para "la extracción de las muestras a los fines periciales" y que incluso aportó el espejo retrovisor de su auto para ser analizado.
"Entonces ya encontrándose el imputado en libertad, entiendo que debe repararse muy especialmente en el comportamiento que viene teniendo en el proceso; y esto es lo que justamente me convence para otorgar la eximición requerida", argumentó la jueza.
La familia de la mujer de 91 años atropellada criticó duramente el fallo en diálogo con La Unión. Omar Alonso, hijo de Elena, apuntó que en la resolución Ninni "no aclara que (el conductor) se fugó dos veces" del lugar del hecho y cuestionó que "deja en un segundo plano los resultados de la alcoholemia y la presencia de drogas en sangre".
Tal como reveló La Unión el 13 de enero pasado, la pericia toxicológica que le realizaron al conductor del Gold Trend arrojó que al momento del accidente tenía 0.8 mililitros de alcohol en sangre y rastros de marihuana y cocaína.
La jueza de Garantías lejos de considerar esto como un agravante, solo le impuso a Ríos "la prohibición de usar estupefacientes o de abusar de bebidas alcohólicas" durante el tiempo que dure la causa y de conducir vehículos.
Para intentar sumar nuevos elementos en la causa que den cuenta la actitud que tuvo Ríos después del incidente, en la indagatoria a la que deberá asistir mañana Omar Albor aportará "un testigo clave" que presenció el accidente y que fue una de las personas que presuntamente lo persiguió cuando se escapó por segunda vez después de atropellar a Elena.
"Está semana se acercó a nosotros y nos contó que había visto el accidente a metros", confió el familiar.
Elena Alonso fue atropellada el 2 de enero alrededor de las 10 de la mañana. El hecho quedó registrado por varias cámaras de seguridad de la zona. En las imágenes se ve en el momento en el que la mujer llega a la esquina, baja a la calle, camina unos pasos y es arrollada por el Gol Trend de Ríos que pasa por el lugar a toda velocidad y no se detiene. Las luces de stop no se encienden en ningún momento.
Por el impacto, Elena salió despedida unos metros y quedó tendida sobre el cordón gravemente herida. Si bien fue asistida de inmediato por dos ambulancias y la policía, falleció a las pocas horas en el hospital.
El conductor fue detenido gracias a que uno de los testigos lo identificó. Según el testimonio de los vecinos, unos 20 minutos después de hecho, Ríos volvió a pasar por el lugar donde ocurrió todo. En ese momento una persona lo reconoció y gritó: "Ese es el auto". Otra le tomó una foto de su patente. Dos autos particulares lo persiguieron, pero logró escabullirse.
Minutos después efectivos de la Comisaría 3° de Lomas lo encontraron en su casa: había estacionado su auto chocado a unos 30 metros de la puerta. Las abolladuras en la parte delantera izquierda del del auto, la ausencia del espejo retrovisor derecho y las rayaduras en el chasis dejaban entrever la violencia con la que se produjo el accidente.
Inicialmente, mientras Elena estuvo internada, Ríos estuvo acusado de lesiones culposas, resistencia a la autoridad y abandono de persona. Pero una vez que falleció quedó imputado por "homicidio culposo agravado por la fuga o ausencia de socorro a la víctima", un delito que tiene una pena de tres a seis años de prisión en expectativa.