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Lomas: la Secundaria N°64 ahora lleva el nombre de una vecina desaparecida

memoria. Haydée García Gallo, víctima de la última dictadura, quedó inmortalizada en el establecimiento lomense. "Este no es un gesto menor, es una lección de amor", agradeció Juana Campero, hija de Haydée. 

La Escuela Secundaria N°64 de Lomas de Zamora impuso oficialmente el nombre "Haydée García Gallo", en homenaje a la vecina lomense secuestrada y desaparecida por la dictadura militar en enero de 1978.

Con un acto en la calle de la escuela (Santa Fe 500), la comunidad educativa celebró el nuevo nombre del establecimiento. En la puerta de la escuela se colocó el cartel con su nombre y se decoró todo el frente. Además, estudiantes y docentes junto a autoridades del Municipio, compartieron la jornada entre sentidos discursos. También participaron organizaciones sociales, agrupaciones políticas, H.I.J.O.S. Lomas y colectivos de derechos humanos territoriales (Los Andes Tiene Memoria).

LA HISTORIA DE HAYDÉE

Fue detenida el 6 de enero de 1978 en la madrugada, en su domicilio de la calle Ombú 2778 de Lomas de Zamora, en la provincia de Buenos Aires. Esposada y encapuchada, fue trasladada al centro clandestino de detención, tortura y exterminio conocido como "El Campito", dentro de la guarnición militar de Campo de Mayo. Por este lugar pasaron al menos 5.000 personas.

Juana Eva Campero, hija de Haydée y referente HIJOS Lomas, impulsó el nuevo nombre junto a los estudiantes. "Este no es un gesto menor, es una lección de amor. Es decirles a las generaciones presentes y futuras que la memoria importa y está viva. Que la historia no se borra. Que los nombres de las y los 30.000 deben seguir presentes donde se construyen conocimientos, libertad y pensamiento crítico", expresó.

Y recalcó: "Que hayan sido jóvenes quienes eligieron el nombre de mi mamá es el acto más hermoso y esperanzador; es un puente entre generaciones, entre la memoria personal y la memoria colectiva. La memoria no se detiene, se transforma."

Como parte de la jornada, las artistas Ximena y Vicky pintaron un mural que acompañó el homenaje.