La mamá del nene asesinado en Lomas contó el calvario que vivió con su exmarido

ENTREVISTA. Natalia Ciak, madre de Joaquín Ruffo, describió la manipulación y el hostigamiento que ejercía su exesposo. Pidió que la Justicia ayude a las víctimas de violencia psicológica.

Natalia pensaba irse de la casa con Joaquín pero Alejandro no les dio tiempo

Natalia pensaba irse de la casa con Joaquín, pero Alejandro no les dio tiempo.

Natalia Ciak quería separarse de Alejandro Ruffo. Tenía pensado irse de la casa en la que vivían en Lomas de Zamora, cansada de soportar el hostigamiento psicológico que él ejercía. El pasado 5 de agosto, tenía previsto volver del trabajo y llevarse a su hijo Joaquín, de 8 años, quien tampoco se sentía cómodo con su papá. Nunca imaginó que el círculo de violencia terminaría con el nene asesinado por su propio padre.

Sobre todas estas cuestiones reflexionó Natalia en un tramo de la charla con La Unión, en la que repasó el conflictivo vínculo con su exmarido y sobre todo, la manipulación que padeció y que le impidió ver señales para ponerse a salvo a tiempo.

"Veníamos de un proceso de separación desde hace dos años y él no lo aceptaba, esa es la verdad. Era una obsesión, el hecho de sentir que yo era parte de su propiedad. Vengo de varios años de padecer mucha violencia emocional. Todos hablan de la violencia física, pero no de la psicológica, que es mucho más dañina porque terminás en este punto donde no tenés retorno, porque te manipulan de tal forma que no te podés salir del círculo", comenzó Natalia.

"Él era una persona que en el último tiempo le molestaba absolutamente todo lo que viniera de mí. Y nunca fue un padre ni amoroso ni presente. Las fotos que vos ves que haya publicado en su perfil de Instagram en el último mes, es una pantalla, porque la que está detrás de todas esas fotos soy yo", prosiguió. Natalia se refiere a las imágenes que había compartido Alejandro mostrándose feliz con Joaquín. Posteos que hoy están llenos de comentarios de repudio.

EL INTENTO DE SEPARACIÓN Y EL PEOR FINAL

En ese contexto, la madre de Joaquín tomó la decisión de separarse. Él nunca estuvo de acuerdo. "Yo ya había soportado suficiente, ya estaba cansada y había hecho el click necesario como para decir 'listo, hasta acá llegué'. Pero era muy difícil poder hablar con él, porque es una persona que dice que él es el único que tiene sentido común sobre la faz de la Tierra y el resto de los mortales somos todos una manga de idiotas", explicó.

Fue así como Natalia decidió buscar un terapeuta para que intercediera como tercero y tener una separación lo más sana posible. Quería simplemente terminar la relación, sin impedir el contacto del nene con su padre. "Mi idea no era separarlo, no tenía un motivo para separarlo de él", aseguró, aunque enseguida reveló que el nene también estaba incómodo con Alejandro: "Joaquín me manifestaba su intranquilidad. Nunca miedo, pero no se sentía seguro. De hecho, yo me fui muchas veces a la casa de mis padres y ahí era libre, estaba feliz, tenía tranquilidad".

Natalia estaba por irse de la casa. No avisó cuándo. Sin embargo, el día que pensaba dejar la vivienda con Joaquín, la crueldad de Alejandro les puso un freno. "Me engañó del peor modo y me traicionó de la mayor forma que podría haberlo hecho, porque en ningún momento percibí nada. Al contrario, él me decía 'quedate tranquila, está todo bien, se va a hacer todo como vos digas'. Me hizo bajar la guardia", recordó.

Hoy, en medio del dolor, Natalia no para de echarse culpas. Cree que "tal vez debería haber sido como muchas mujeres que enseguida van, le meten un abogado, un juez de por medio y lo expulsan de la casa". Pero en el momento, temía que Alejandro hiciera una locura. "No lo denuncié antes por miedo a su reacción. Yo creí que con las cosas que él me decía y con el terapeuta funcionaba, pero bueno… Claramente o le mintió mucho al terapeuta o el terapeuta no vio lo que debería haber visto", señaló.

UNA JUSTICIA QUE NO AYUDA

Natalia remarcó que "es importante hacer hincapié en algunas cosas a nivel justicia y el tema de cómo ayudar a mujeres u hombres que sufren, que padecen violencia emocional y verbal" como le tocó soportar a ella.

"No es necesario ir con un golpe a un juzgado para una denuncia, sino que se pueda probar de un modo eficaz y saludable para los niños también. La madre es la figura que los chicos toman primero como refugio, su ala de confianza. El hombre que rompe eso, ejerce violencia sobre la madre y sobre los hijos también", consideró. Para ella, no había manera de demostrar el hostigamiento que padecía.

"Tal vez si yo iba con esto a la Justicia, me iban a decir 'ay, señora, vaya y haga terapia'. Creo que está tan banalizada la violencia femenina que llega hasta estos puntos, donde no se le da la importancia que se le debe dar y termina pasando esto", lamentó.