El exferroviario que mantiene vivo el espíritu del tren: su historia
PASIÓN. Alfredo Valía limpiaba las vías en General Belgrano, mientras que otro vecino hacía lo mismo en Las Flores. Juntos crearon la Asociación Civil Rieles del Salado.
Hace más de 15 años, Alfredo Valia (57), vecino de General Belgrano, tomó un machete y comenzó a limpiar las vías del tren que cruzan su ciudad, abandonadas desde 2004. Lo que empezó como una acción solitaria y movida por su amor al ferrocarril, se convirtió con el tiempo en una red de voluntarios que ya recuperó más de 50 kilómetros de rieles y sueña con ver pasar nuevamente un tren por los pueblos del interior bonaerense.
Nacido y criado en Lanús, Alfredo estudió en la Escuela Técnica N°1 (hoy Técnica N°6, situada a metros de la estación Remedios de Escalada) y fue allí donde comenzó a descubrir la pasión por los trenes. "Ese fanatismo se multiplicó con algunos viajes en ferrocarril que hice con mis abuelos a Daireaux, de donde ellos eran oriundos", rememoró, con nostalgia.
En plena adolescencia, Valía empezó a trabajar como empleado en el ferrocarril, en el galpón de máquinas lanusense de Remedios de Escalada. "Me dedicaba a hacer las partes eléctricas de las locomotoras. Unos años después, cuando asumió Menem, me llegó el cese de actividades como parte de las privatizaciones y los cierres de ramales", contó.
En busca de nuevos horizontes, en 1994 Alfredo se mudó a General Belgrano, lugar en donde ya vivían sus padres. Allí se desempeñó como electricista y como empleado del Municipio, pero además ejerció durante más de 10 años como docente de una escuela técnica ya que "no había disponibilidad de profesores para dar ciertas materias".
Sin embargo, y pese a sus quehaceres cotidianos, la llama del ferrocarril seguía encendida en el interior de Alfredo. Al ver el estado de abandono de las vías del tren, que no pasa desde 2004 por la estación de General Belgrano, y de enterarse de algunos hechos delictivos en el lugar (como extracciones de durmientes o clavos), Valia comenzó a hacer un trabajo de limpieza y de reacondicionamiento de los rieles cercanos a la estación, pertenecientes al ramal Altamirano-Las Flores.
Al ver el estado de abandono de las vías del tren, que no pasa desde 2004 por la estación de General Belgrano, y de enterarse de algunos hechos delictivos en el lugar (como extracciones de durmientes o clavos), Valia comenzó a hacer un trabajo de limpieza y de reacondicionamiento de los rieles cercanos a la estación, pertenecientes al ramal Altamirano-Las Flores.
"Los primeros trabajos fueron muy complicados, con extracciones de árboles y desmalezamiento en la zona. Las vías del tren, cuando están limpias, imponen respeto: desde que arranqué con la actividad, hace más de 15 años, mantengo en condiciones alrededor de seis kilómetros", contó.
Aquella pequeña acción que llevaba a cabo Alfredo en General Belgrano no era la única de esta índole. Y es que, a distancia, el vecino Alberto llevaba a cabo la misma labor en Las Flores. "Alberto se enteró de mi trabajo, se puso en contacto conmigo y en plena pandemia comenzamos a coordinar un trabajo más organizado. Logramos que se sumen más voluntarios que son trabajadores del ferrocarril y, de esa manera, fundamos la Asociación Civil Rieles del Salado", detalló Valia.
Alberto se enteró de mi trabajo, se puso en contacto conmigo y en plena pandemia comenzamos a coordinar un trabajo más organizado. Logramos que se sumen más voluntarios que son trabajadores del ferrocarril y, de esa manera, fundamos la Asociación Civil Rieles del Salado
Los operativos de limpieza se realizan una vez por mes y son participativos, es decir que cualquier vecino se puede sumar como colaborador. "Algunos de los voluntarios son oriundos de Lomas y de zona Sur", aseguró.
Gracias al accionar de la asociación, el Municipio de General Belgrano se acopló y mantiene cinco kilómetros de vías que se encuentran en la zona urbana. Esa cantidad se suma a la labor que hace Alfredo en las cercanías de su hogar (alrededor de seis kilómetros, en sentido a Altamirano).
Por su parte, y tomando como partida el trabajo que hace Alberto en las Flores, la Municipalidad de esa ciudad tiene planeado colaborar con la causa y desmalezar desde el casco urbano hasta la estación de Newton. La ciudad de Ranchos también es parte de la labor, reacondicionando un tramo de 10 kilómetros, quedando en condiciones un total de 50 kilómetros de vías. "Las intendencias ven con buenos ojos el proyecto y hasta han planteado la posibilidad de poner a disposición un tren interurbano que comunique las comunidades de la zona, pero es un proyecto ambicioso", explicó Alfredo.
Las intendencias ven con buenos ojos el proyecto y hasta han planteado la posibilidad de poner a disposición un tren interurbano que comunique las comunidades de la zona, pero es un proyecto ambicioso
Como consecuencia de la labor desinteresada por parte de los voluntarios, Alfredo contó que las vías de la estación General Belgrano se utilizan por los vecinos como un espacio de recreación: allí muchos salen a caminar o correr, otros andan en bicicleta y hay quienes se juntan a tomar mates.
"Todos hacemos esta tarea por el amor que le tenemos a los ferrocarriles. La pasión es lo que nos mueve, porque pese a que ya no trabajo en el ferrocarril, yo me siento ferroviario", dijo Valia, que inmediatamente añadió: "La meta de la asociación es que vuelva a funcionar un tren, pero también velamos por la difusión para que las nuevas generaciones sepan de la importancia del ferrocarril, no solo en la actualidad, sino a lo largo de la historia".
Todos hacemos esta tarea por el amor que le tenemos a los ferrocarriles. La pasión es lo que nos mueve, porque pese a que ya no trabajo en el ferrocarril, yo me siento ferroviario. La meta de la asociación es que vuelva a funcionar un tren, pero también velamos por la difusión para que las nuevas generaciones sepan de la importancia del ferrocarril, no solo en la actualidad, sino a lo largo de la historia
"Si llega a funcionar nuevamente el tren en esta zona, la Asociación Civil Rieles del Salado dejaría de existir, sería como un ciclo cumplido. En un futuro me gustaría que me recuerden como el loco que limpiaba las vías", concluyó, a pura sonrisa.