La historia de Alfredo de Angelis, un tanguero con raíces banfileñas
orgullo local. Nació en Adrogué, pero luego su familia se mudó a Banfield y allí creció. En la Escuela N°10, en una fiesta de fin de clases, estrenó un vals de su autoría.
Más de una vez dediqué esta columna a vecinos ilustres de Lomas de Zamora. Aquellos hombres y mujeres que trascendieron por su vida pública en la política, en la cultura o en el deporte. Hoy, queridos amigos de La Unión, quiero recordar al recordado tanguero Alfredo De Angelis, "el Colorado de Banfield".
Corría el año 1941 cuando Don Alfredo, al frente de su gran orquesta, daba vida en el café Marzotto de la calle Corrientes a un nuevo estilo, diferente de la vieja guardia del tango. Tenía poder de convocatoria propio. Fue el dibujante Faruk quien lo catapultó a la fama cuando lo descubrió. Así evocaba sus presentaciones: "Aplaudíamos de pie. Qué tiempos, Alfredo. ¿Te acordás? Te llamaban La Calesita porque en ellas pasaban nada más que tus discos. ¿Qué se inventó primero? ¿Tu orquesta o la calesita?".
Alfredo había nacido en Adrogué, pero luego su familia se mudó a Banfield y fue en esas calles que creció. Precisamente en la escuela municipal N° 10, en una fiesta de fin de clases, el pequeño Alfredo, con bandoneón, estrenó un vals de su autoría llamado "A mis compañeros". El Colorado de Banfield comenzaba a hacer carrera.
Desde aquel día de la infancia sólo tocó el piano en público, en tanto los registros de autor de SADAIC le asignaban a De Angelis autor, a fines de 1990, 95 composiciones. De ellas se pueden recordar "Pegonera", "Pastora", "Qué lento corre el tren", "Tachero de mi ciudad", "Remolino", "El Taladro", entre otros destacados. Siempre en la línea romántica, acompasada, elegante, clara y sencilla. Música para bailar, para cantar y para emocionarse.
Desde aquel día de la infancia sólo tocó el piano en público, en tanto los registros de autor de SADAIC le asignaban a De Angelis autor, a fines de 1990, 95 composiciones.
Con su orquesta cantaron los mejores de la época: Floreal Ruiz, Omar Larroca, Carlos Dante, Hugo Martel, Rubén Améndola y más. De Angelis pudo exhibir la satisfacción de que su hija Isabel cantara con la orquesta, con el apodo artística de "Gigí".
El destino le asignó al maestro De Angelis permanecer después de su muerte en la vecindad de los consagrados. Una placita de Adrogué, pequeña y humilde con un bajorrelieve del músico que naciera en esa ciudad vecina a Lomas, junto a la calle Jorge Luis Borges.
En Banfield, en Alem esquina French, en otra plaza que se denominó Alfredo de Angelis, se erigió el basamento de un recordatorio al gran escritor Julio Cortázar. Es decir, juntos como en tiempos de cursar el primario en aquella Escuela N°10, entonces en la esquina de Maipú y Belgrano.
En la estación de trenes de Banfield un mural recordaba la imagen del autor del tango "El Taladro", club del que don Alfredo era hincha fanático. También lo mismo ocurrió en el estadio Florencio Solá del club, en un patio interno. En fin amigos, hasta acá mi recuerdo a un hombre que supo ser muy conocido y respetado en la zona por su trayectoria artística. Un vecino ejemplar. Hasta la semana que viene.