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Rubén Forestello, una rueda al frente de Temperley: sus grandes números

Primera Nacional. El "Yagui" transformó al Gasolero y lo puso en la mesa de los protagonistas de la temporada. Logró una alta efectividad y enciende la ilusión de los hinchas.

El pasado domingo, en Carlos Casares, Rubén Darío Forestello cumplió una rueda al frente del plantel de Temperley. Con el empate sin goles contra Agropecuario Argentino, en el estadio Ofelia Rosenzuaig, el Gasolero estiró a 15 las presentaciones sin conocer la derrota.  

La llegada del "Yagui" a Tempelrey se dio dentro de un contexto adverso para un equipo que había repatriado jugadores de la talla de Gabriel Hauche, Adrián Arregui, Fernando Brandán, Luciano Nieto y Gabriel Esparza, entre otros, algunos de ellos, los héroes de las gestas de 2014.

Aníbal Biggeri pagó los platos rotos de ese comienzo inestable, que al cabo de siete partidos arrojó un saldo de dos triunfos, un empate y cuatro derrotas y colocó al Gasolero cerca de los puestos de descenso.

De último paso por Gimnasia y Tiro de Salta, Rubén Forestello arregló rápido su vinculación. Con pocos entrenamientos sobre el lomo paró el mejor equipo posible para recibir al Sojero, el 29 de marzo, en el estadio Alfredo Beranger. En la previa, apuntó a "encontrar un equilibrio como equipo". Desde el banco, Luis López aportó el gol a 10 minutos del final para el 1-0.

Ese equilibrio lo encontró a partir de la solidez defensiva que fue consolidando, con los tres centrales y los dos laterales-volantes. Lo que parecía ser una prueba, hasta ahora es la impronta que marca el andar de Temperley. 

Y eso se trasladó a los números: nueve goles recibidos en 18 partidos (0.50% por partido), con 13 vallas invictas. El arquero Ezequiel Mastrolía, uno de sus pilares, mantiene un récord de 491 minutos de imbatibilidad.

En cuanto a efectividad, obtuvo el 64.81% de los puntos en juego: nueve victorias, ocho empates y tan solo una caída (0-3 ante Chacarita Juniors), manteniendo un invicto de nueve encuentros como visitante.

Del medio para adelante cambió piezas, cuando tuvo que sacar "referentes" no le tembló el pulso. Las variantes obedecieron más a suspensiones o lesiones que a tácticas. Los murmullos de sus primeros partidos, hasta que encontró la base del equipo, fueron cambiando rotundamente. Hoy, el hincha se siente identificado y sueña en grande.

Contagió la garra, la entrega, los momentos en que pudo desplegar un buen fútbol -difíciles de ver en la categoría-, los triunfos en canchas hostiles como las de San Telmo, Nueva Chicago, Gimnasia y Esgrima de Mendoza o el empate en Santiago del Estero contra Mitre, tras estar dos goles en desventaja.

Quedan 27 puntos en juego, Temperley está a cuatro puntos de los líderes, serían siete en el caso que Gimnasia y Esgrima de Mendoza completa con triunfo el pendiente ante Deportivo Morón, en el estadio Francisco Urbano, que se jugaría el miércoles 27 de agosto. El margen no solo le permite soñar con el Torneo Reducido, sino con ganar la Zona B y jugar el boleto directo a la Liga Profesional. Y quién lo dice…

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