Pozo de Banfield: Etchecolatz, el represor que murió sin condena hace 3 años
UN DÍA COMO HOY. Estaba imputado en el juicio por los delitos en el centro clandestino de detención lomense. Falleció antes de la sentencia. El recuerdo de sus provocaciones a los jueces.
Se cumplieron tres años de la muerte de Miguel Etchecolatz, exjefe de investigaciones de la Policía Bonaerense y uno de los máximos responsables del terror aplicado en el Pozo de Banfield. Fue uno de los represores que murieron sin condena.
Etchecolatz falleció el sábado de 2 julio de 2022 a los 93 años, cuando todavía estaba siendo juzgado por los delitos de lesa humanidad cometidos en cuatro centros clandestinos de detención: el Pozo de Banfield, el Infierno de Avellaneda, el Pozo de Quilmes y la Brigada de San Justo.
Su labor durante la dictadura fue terrorífica. Era el responsable del "Circuito Camps", red represiva integrada por 29 centros clandestinos de detención, que operaba dentro del plan sistemático de desaparición de personas.
En varios juicios por delitos de lesa humanidad, sobrevivientes describieron su crueldad para torturar a las personas detenidas. Etchecolatz siempre se jactó de su accionar, nunca se arrepintió de las torturas ni las muertes ni las desapariciones forzadas y hasta se burló de los jueces y las víctimas. Un ejemplo claro fue cuando dejó ver un papel con el nombre del desaparecido Jorge Julio López, dando a entender que sabía lo que le había pasado pero no iba a contarlo.
Durante el juicio del Pozo de Banfield, Etchecolatz tuvo una declaración desafiante para desautorizar al tribunal. "¿Ante quién tengo que declarar? Ustedes no tienen autoridad para actuar en estos casos. Necesito que me interroguen los jueces que estaban en ejercicio de sus funciones en el momento de los hechos, o sea la justicia militar", declaró desde la Unidad Penitenciaria N° 34 de Campo de Mayo, donde estaba detenido.
Luego, se burló de los jueces y les aseguró que estaban vivos gracias a su accionar durante la dictadura. "¿Usted cree que estaría ahí presente de haber triunfado aquellos idealistas jóvenes que pretendían tomar el poder mediante el terrorismo y las armas? Usted sería fusilado por ser integrante de la burguesía judicial y yo por ser policía", fueron las palabras de Etchecolatz.
Sobre el final, se jactó de todo lo que hizo en tiempos de dictadura con un tono desafiante: "Yo no maté, yo batí en combate, que es distinto. Yo respondí a la agresión con el personal que tenía. Condénenme como quieran. Me siento orgulloso de haber defendido a la Patria".
Etchecolatz murió dos años antes de que se conociera la condena contra los represores del Pozo de Banfield. Diez de ellos recibieron la pena de prisión perpetua y uno fue sentenciado a 25 años de cárcel. No obstante, ya estaba cumpliendo nueve cadenas perpetuas por otros juicios de lesa humanidad.