El misterioso origen de una vieja garita ubicada en Banfield
historia local. Algunos vecinos creen que tiene un siglo de antigüedad, mientras que otros lo desmienten. El recorrido del tranvía en la zona, otro tema que divide opiniones.
Una garita situada en el corazón de Banfield llama poderosamente la atención de los vecinos. Su presencia, en Chacabuco y Arenales divide la opinión de los lugareños respecto a su origen: hay quienes creen que data de más de un siglo, mientras que otros piensan que fue construida en la década del '60. Lo que sí es un hecho es que representa una reliquia para el barrio y que deslumbra a cada vecino que pasa a diario por el lugar.
El lomense Lucas Sánchez dialogó con La Unión y explicó que "esa garita con techo de chapa tiene 100 años o más" y que fue su abuelo, quien nació en 1908 y vivió en Cochabamba al 900, el que le aseguró la antigüedad de esa parada de colectivos que pertenecía a la Línea 278.
Andrea, una vecina que vive por la zona, coincidió con Lucas respecto a que "la garita antigua que está sobre Chacabuco era una parada que pertenecía a la Línea 278, ya que por esa calle pasaban todos sus ramales hasta que luego cambiaron su recorrido por Maipú".
La garita antigua que está sobre Chacabuco era una parada que pertenecía a la Línea 278, ya que por esa calle pasaban todos sus ramales hasta que luego cambiaron su recorrido por Maipú.
Por su parte, el historiador Luis Letizia dio su opinión y aseguró que dicho parador se construyó en la década del '60, por lo que su presencia en Banfield dataría de apenas seis décadas y no de 100 años.
La presencia del antiguo tranvía también divide las aguas a la hora de hablar de su recorrido: el vecino Lucas Sánchez y el historiador Luis Letizia coinciden en la versión que asegura que pasaba por la calle Chacabuco y que "sus vías están ocultas bajo el pavimento actual", pero por otro lado Andrea y otro vecino que prefirió reservar la identidad comentaron que funcionaba en la calle Arenales.
José, otro vecino de 88 años, se sumó a la charla y admitió que fue testigo de ver pasar el tranvía por Arenales, el cual "quizás era plateado y funcionaba a tracción a sangre, con dos caballos".
Lo cierto es que, sea cual sea la fecha de su construcción, la garita ya se convirtió en un ícono local y hay quienes piden que se conserve tal cual está, manteniendo en su estructura parte de la historia de Banfield.