Quién era Florencio Sola: la admiración de su hijo y la pasión por Banfield
A PURA EMOCIÓN. Horacio habló con La Unión y recordó a su padre, quien cumplió el sueño de ser presidente del club de sus amores. Hoy, el estadio del "Taladro" lleva su nombre.
Si los hinchas del Club Atlético Banfield se preguntaran quién fue uno de los dirigentes más influyentes de la historia de la institución, sin duda que Florencio Sola aparecería como uno de los más aclamados, dejando en claro que no es una casualidad que el estadio del "Taladro" lleve su nombre. Su hijo, Horacio Sola, dialogó con La Unión y contó detalles de la vida y la obra de su padre, demostrando el fanatismo y la pasión de "Lencho" por el club de sus amores.
Florencio Sola nació en 1908 y conocía Banfield como la palma de su mano, a tal punto que vivió durante varios años en una casa situada en Alsina 484. "Mi padre era un fanático del Club Atlético Banfield, al igual que toda su familia, y con el tiempo tuvo la suerte de ser presidente de la institución de la cual era hincha, un equipo que se había fundado apenas 12 años antes del nacimiento de mi papá", empezó a contar Horacio.
Lo cierto es que "Lencho" ocupó la presidencia de Banfield en dos oportunidades: de 1938 a 1944 y de 1947 a 1954. Sola debió trabajar arduamente ya que agarró al club con inconvenientes deportivos y un descenso a Primera C, la baja cantidad de socios, una cancha en remate y el adeudamiento de salarios, pero pudo sobreponerse a ello al punto de que, en 1951, Banfield llegó a jugar una final por el campeonato de Primera División frente a Racing, coronándose con el famoso mote de 'campeón moral' (en la ronda regular empató en puntos con la "Academia" y tenía mayor diferencia de gol, pero así y todo debió jugar un desempate a dos finales: Banfeld cayó derrotado tras un 0-0 y un 0-1).
Lo cierto es que "Lencho" ocupó la presidencia de Banfield en dos oportunidades: de 1938 a 1944 y de 1947 a 1954.
"Mi padre era un dirigente con todas las letras y hasta era íntimo amigo de Eduardo Gallardón y de Horacio Palacios, quienes fueron presidentes de Los Andes. Florencio hasta fue socio del 'Milrrayitas' y entre ambos clubes había una gran camaradería, al punto de que se ayudaban entre sí", contó su hijo.
"Banfield y Los Andes se convirtió en un clásico por la cercanía de ambos y no por una rivalidad importante", explicó Horacio, mientras que el vecino Daniel Luna se sumó a la charla y acotó: "Gallardón me contó que Los Andes se fundó en Arenales y Pintos, a metros de la cancha de Banfield".
Mi padre era un dirigente con todas las letras y hasta era íntimo amigo de Eduardo Gallardón y de Horacio Palacios, quienes fueron presidentes de Los Andes. Florencio hasta fue socio del 'Milrrayitas' y entre ambos clubes había una gran camaradería, al punto de que se ayudaban entre sí.
Fue tanto el aprecio y el cariño de la gente para con don Florencio Sola que el estadio en el cual Banfield hace las veces de local hoy lleva su nombre a modo de homenaje permanente e infinito. "Hizo una gran labor para salvar al club, era un tipo muy querido y, a donde quiera que iba, la gente lo frenaba para saludarlo", admitió Horacio.
Hizo una gran labor para salvar al club, era un tipo muy querido y, a donde quiera que iba, la gente lo frenaba para saludarlo.
"Creo que las personas que quieren ser dirigentes deben tener dos virtudes: potenciar los éxitos y atenuar la crisis. Pero, además, deben estar preparados para el olvido y la ingratitud, ya que en el fútbol lo que manda es la pelota, quedando de lado las aptitudes de un ser humano", dijo quien supo trabajar con Valentín Suárez, un histórico directivo amigo de Sola que supo ser presidente de la AFA (entre 1949 y 1953) y de Banfield (durante cinco períodos).
"Mi padre murió hace más de dos décadas y no pudo ver a Banfield campeón en la era profesional. Cuando el 'Taladro' se consagró en 2009, fue inevitable que se remuevan recuerdos del pasado ya que me hubiese gustado que estuviera presente en ese momento", finalizó Horacio, a pura emoción.