Inodoro, retrete, wáter, excusado o como lo quieras llamar

Mundos personales . En cada lugar del globo este artefacto tiene un nombre distinto, pero su celebración es el mismo día para todos. 

El trono como lo llaman en criollo

El "trono" como lo llaman en criollo.

Este jueves, como cada 19 de noviembre, se celebra el Día Mundial del Retrete una fecha que fue instituida para tomar conciencia sobre los 4.200 millones de personas que carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura. 

Según las Naciones Unidas, "se trata de adoptar medidas que permitan dar respuesta a la crisis de saneamiento mundial y lograr el Objetivo de Desarrollo Sostenible, cuya finalidad es garantizar la disponibilidad de agua y saneamiento para todos de aquí a 2030". 

Para esta institución, todos los seres humanos deben tener un saneamiento sostenible, junto con agua potable e instalaciones para lavarse las manos, para ayudar a proteger y mantener la nuestra salud y detener la propagación de enfermedades infecciosas. 

Pero este artefacto tiene su historia. En la antigüedad, las necesidades se hacían al aire libre y casi en cualquier parte, sin demasiado pudor. 

Pero hace casi 4.000 años, en la isla Creta comenzó el pudor y se creó el primer rudimentario retrete. Los cretenses se preguntaron si sería posible inventar algo para sentarse cómodamente y esperar el llamado de la naturaleza sin que otras personas sean testigos de tales hechos. 

Mientras que ya en el siglo I, Roma decidió realizar algunas modificaciones urbanas para que los ciudadanos pudieran hacer sus necesidades. Las "columnas mingitorias", concebidas como orificios en paredes y muros, fueron importantes durante el imperio romano en cuestión de aguas menores y mayores. 

Mientras que estos inventos eran sólo para unos pocos y con el problema sin resolver, el retrete moderno llegó recién en 1597, cuando John Harington, sobrino de la reina Isabel I, fabricó el primer inodoro de la historia.

Estaba compuesto de una caja de madera con un orificio que comunicaba con una taza de porcelana. A la Su Majestad no le hizo especial gracia el invento de su sobrino, pero comenzó a usarse de todos modos. 

No fue hasta 1884 cuando Thomas Crapper, un hojalatero inglés inventó el sifón, una tubería en forma de "S" que conectaba el retrete con una toma de agua, para así limpiar los desechos y acabar con todo el rastro de olor. De ahí viene la palabra "inodoro", sin olor.

Con modelos para todos los gustos y bolsillos, y sin olvidar la importancia de los servicios que carecen millones de personas, se celebra este día tan especial. 

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