Peter Fonda y su "Easy Rider", la historia que marcó a una generación

Mundos personales. Se cumplen cinco años de la partida del legendario actor que tuvo una frondosa carrera y que se lo recuerda por su papel en "Buscando mi destino". 

Icónica película

Icónica película.

Hace un lustro, el 16 de agosto de 1919, fallecía Peter Fonda en su casa de Los Ángeles a los 79 años, a causa de problemas respiratorios debido a un cáncer pulmonar que lo había obligado a ingresar a un hospital.

Fue el hijo de Henry Fonda, hermano de Jane Fonda y padre de Bridget Fonda, todos ellos también actores de larga trayectoria. 

Fonda, nacido en Nueva York y que se casó tres veces, ingresó al mundo del espectáculo en 1961 con el debut en Broadway y dos años después se mostró en Hollywood con "Tammy and the Doctor" y luego en la saga acerca de la Segunda Guerra Mundial con "The Victors".

El rol más importante que interpretó, y el que lo hizo famoso a Peter Fonda, fue en la película "Easy Rider", o "Buscando mi destino" en el mundo de habla hispana, la road movie por excelencia de 1969, con Dennis Jopper y Jack Nicholson.

Fonda no solo interpretó un rol en "Easy Rider", el manifiesto de la cultura hippie de los años '60, sino también participó en la elaboración del guión y la producción.

Como Wyatt en "Easy Rider", Fonda se convirtió en símbolo de una generación entera de manera sucesiva en diferentes roles y otras producciones que lo llevaron a obtener varios reconocimientos, entre ellos, dos Golden Globe, y dos nominaciones a los premios Oscar y una a los Emmy.

La película es uno de los grandes clásicos de fines de los '60, con dos motociclistas que cruzan Estados Unidos a bordo de sus motos para descubrir la verdadera personalidad de su país. 

En las escenas, Billy (Dennis Hopper) y Wyatt (Peter Fonda) son dos jóvenes que se embarcan en un viaje cruzando el suroeste y sur de Estados Unidos con el objetivo de dar el presente en el carnaval Mardi Gras en Nueva Orleans. 

Para costear esta travesía, se suman tráfico de cocaína en la frontera con México. Con sus motos emprenden un viaje en el que conocen diversas caras de la propia sociedad estadounidense.

En el camino se encuentran a diversos y poco habituales personajes, un ranchero y su familia, un autoestopista hippie, acaban siendo arrestados en un pequeño pueblo por desfilar sin un permiso, donde conocen a George (Jack Nicholson), un abogado alcohólico que les saca de la cárcel y luego decide unirse a ellos.

Mientras que en un pequeño pueblo de Luisiana, el trío atrae la atención de los lugareños, que terminan atacándolos a palos durante la noche, lo que resulta en la muerte de George. 

Billy y Wyatt consiguen llegar a Nueva Orleans y disfrutar del Mardi Gras. Tras pasar una noche con prostitutas y consumiendo LSD, Wyatt y Bill emprenden su viaje a Florida, pero en el camino son atacados por dos hombres en una furgoneta, que les disparan por asustarlos y terminan matándolos. 

La moto de Wyatt se incendia junto a su cuerpo sin vida, y una toma aérea de la escena marca el trágico final de su aventura.

La película tiene una banda sonora con canciones de icónicos artistas de aquellos días, como The Byrds, Steppenwolf, The Band y Jimi Hendrix. 

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