Denunció en 2015 el abuso de su hija en Fiorito, y todavía espera el juicio
CAUSA ATRASADA. La madre de una nena que habría sido abusada por el padre, todavía espera la fecha del juicio a casi 10 años de la denuncia. Además, acusó todo tipo de agresiones.
Una mujer denunció en 2015 que su hija, que en ese momento tenía 5 años, era abusada por su expareja y padre de la menor en Fiorito. Sin embargo, a pesar del tiempo transcurrido desde la grave acusación, la causa está muy atrasada, y todavía no tiene fecha de juicio.
En diálogo con La Unión, Verónica Figueroa, la madre de la víctima, contó que a raíz de los hostigamientos que sufrieron de parte del imputado y sus familiares, tuvieron incluso que mudarse a la localidad de Virrey del Pino, luego de vivir varios meses en el Hogar Fátima Catán. "Era imposible seguir viviendo en el barrio", comentó.
"Hace nueve años que esperamos justicia", expresó la denunciante, quien señaló que el caso recientemente fue elevado a juicio, y que están a la espera de conocer la fecha para el inicio de los debates probatorios en los que será juzgado el supuesto violador.
Según contó, la Cámara Gesell de la niña, que ahora tiene 13 años, fue realizada en 2017. Allí relató como pudo los aberrantes hechos que habría sufrido por parte de su progenitor, en los momentos en los que se quedaba al cuidado de él, en su casa.
"Yo me separé de él cuando ella tenía dos años, por violencia de género, y después de la denuncia, vivimos todo tipo de hostigamientos, tanto del acusado como de su familia", aseguró, y recordó que tras el episodio más violento que sufrió, decidió mudarse de la vivienda de Fiorito, donde vivía con su hija, por temor a más ataques.
En septiembre de 2023, el fiscal Sebastián Bisquert, de la UFI 9 de Lomas de Zamora solicitó la detención del imputado. No obstante, sigue libre, a la espera de ser juzgado por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo reiterado en concurso real con acceso carnal agravado por la convivencia preexistente, por encontrarse el imputado al cuidado de la víctima y por configurar su modo de realización y duración, un sometimiento gravemente ultrajante para la víctima", tal como está caratulada la causa.
Por medio de su defensa, había requerido el sobreseimiento, pero éste fue denegado por la fiscalía, debido a que consideró determinante los resultados de las pericias realizados a la menor. "Hay muchísimas pruebas de los abusos, que fueron reiterados", aseguró.
Además, manifestó que tras la denuncia, y por las agresiones que sufría, pidió una medida cautelar para cesar con los ataques. La Justicia otorgó una restricción perimetral, medida que sería violada permanentemente desde que volvió a vivir con la niña cerca de la casa del presunto abusador. "Él pasa todo el tiempo con el auto en frente de casa", afirmó.