Murió Miguel Aquino, un querido cantante callejero de Lomas
DOLOR. Solía estar de lunes a sábados en la peatonal Laprida. Sus restos serán velados en la Sociedad de Fomento Villa Urbana, su barrio que tanto amaba.
Lomas de Zamora está de luto, sobre todo la peatonal Laprida, que ya no será el escenario para escuchar la voz de Miguel Aquino, reconocido artista callejero que falleció a sus 52 años a raíz de problemas de salud que lo aquejaban.
Miguel sabía que el canto era su don y lo aprovechaba para compartirlo con los vecinos. Estaba presente en la peatonal todos los días de la semana (a excepción de domingos y feriados) de 10.30 a 13 y de 15 a 16.
"Además de ser una posibilidad económica, siempre creí que como músico se puede ayudar a sanar los corazones de los oyentes", sostuvo Miguel en una entrevista con el Diario La Unión, hace ya un año, por el Día del Cantor, que se celebra los 24 de junio.
Muy agradable y apasionado, estudió en la Escuela Municipal de Bellas Artes, hizo el profesorado de historia -carrera que ejerció durante 15 años-, y además fue titiritero. Completo. Pero su pasión era el canto.
"Canto en Lomas porque es mi lugar. Nací en Villa Urbana, lugar que amo, y voy a morir en este distrito", concluyó, con cierta emoción, en aquella nota. Hoy sus restos serán velados desde las 19 en la Sociedad de Fomento Villa Urbana, donde los vecinos podrán acercarse a darle su último adiós.