El paso clave que falta para juzgar al excomisario detenido en Centenario
DOBLE CRIMEN. Las víctimas, el monaguillo Germán Zucarelli y su tía jubilada, fueron asesinados a tiros en Lanús. La causa cuenta con dos acusados que podrían ser juzgados.
Adrián Brulc, el excomisario mayor de la Policía Bonaerense, que fue detenido en Villa Centenario por un doble crimen en Lanús, cumple prisión preventiva y espera ser juzgado por el hecho ocurrido en febrero pasado. Sin embargo, un paso clave en la causa hace que se demore la elevación a juicio.
Fuentes judiciales informaron a La Unión que, para que el caso avance a la siguiente instancia, resta que quede firme la situación judicial del otro imputado, identificado como Camilo B., quien también se encuentra tras las rejas.
Se trata del cuñado de German Zucarelli, el monaguillo asesinado a tiros junto a su tía Ana Russo (77), quien, según precisaron a este medio, cuenta con tres abogados particulares que apelaron la preventiva.
Mientras tanto, junto a Brulc, están procesados en el marco la causa llevada adelante por la fiscal María Silvia Bussano, de la UFI 7 de Avellaneda - Lanús. Ambos podrían llegar presos hasta el momento de ser sentados en el banquillo de los acusados.
En el caso del excomisario, la Justicia llegó a él tras el seguimiento de un Volkswagen Cross Fox utilizado en el hecho, el cual fue abandonado en la calle Ginebra al 800, en Villa Fiorito.
Durante el allanamiento de urgencia a su vivienda, ubicada en la calle Darwin al 1100, los efectivos encontraron una caja de municiones cálibre 22 que eran compatibles con las que había usado el asesino. Para colmo, faltaban 12 balas, la misma cantidad que los disparados efectuados en el doble crimen.
Por su parte, la sospecha del supuesto vínculo de Camilo B. con el doble homicidio son los llamados que habría intercambiado con Brulc antes y después del doble crimen.
Más tarde, los investigadores determinaron que Camilo B. mantenía una deuda de US$15 mil con Zucarelli por la compra de un auto y que la relación entre ellos no era buena. Tanto él como el excomisario admitieron conocerse entre sí.
El cuñado de la víctima sostuvo que la noche del crimen había llamado a Brulc para invitarlo a comer, y que, luego de los asesinatos, fue el excomisario el que lo llamó, pero él le dijo que no podía atenderlo porque habían baleado a su cuñado y a la tía.