Su dueño murió, quedaron en la calle y les buscan una familia

UNA TRISTE HISTORIA . Se trata de dos perros que conmueven a todo un barrio. Desde que Oscar falleció no se mueven de la puerta de su casa. Los vecinos buscan darlos en adopción.

La triste historia de dos perros moviliza a los vecinos de todo un barrio en Villa Centenario. Desde que su dueño, Oscar, murió, quedaron en la calle, a la intemperie, y no se mueven de ahí. Se la pasan todo el día sentados o acurrucados frente a la casa donde alguna vez supieron vivir, como esperando que su compañero vuelva o que alguien los venga a rescatar.

Son chiquitos. Uno es blanco con manchas marrones y el otro marrón con el lomo negro. Desde hace semanas se la pasan vagabundeando por la cuadra. Algunas personas les dan de comer y los cuidan, pero ahora, preocupadas por su situación, comenzaron a buscarles una familia. Y armaron un posteo de Facebook por si alguien los quieren adoptar.

Romina, una de las vecinas que está detrás de esta cruzada, este domingo habló con La Unión y denunció que a los perros "los tiraron" a la calle cuando murió Oscar. "El hermano de esta persona se deshizo de todo, sacó a la calle todas sus pertenencias y con ello a los perros", aseguró.

"A mí me da una lástima porque los perros se quedan ahí, en la puerta de la casa donde vivían, y no se alejan", comentó. Según pudo averiguar este diario, algunos vecinos de la cuadra se acercaron a hablar con Néstor, el hermano de Oscar, para que los meta adentro de su casa o que les arme una cucha, pero hasta ahora los perros siguen afuera.

"El tema es que los perros, con lluvia, con frío con sol siguen ahí", insisten.

Siempre según estos vecinos, Néstor (que vive al lado de donde vivía de Oscar) les aseguró que varias veces "intentó meterlos" en su exhogar, pero los animales "no quieren, se quieren quedan afuera".

Oscar murió hace un mes producto de una grave infección en la pierna. Por sus problemas de salud no podía moverse de la cama. Por eso cuando falleció, la casa no estaba en las mejores condiciones. Sus familiares tuvieron que limpiarla, tirar muebles, colchones, de todo, aseguran.

Ese día en el que falleció Oscar hay algo que los vecinos no se olvidan. "Los perros lloraron a lo pavote", juran. "Al blanquito, Oscar lo había rescatado de la calle hace poco. Siempre lo acompañaba a hacer los mandados. El otro marroncito ya lo tenía de antes", recordaron.

Por eso el recuerdo que tienen de Oscar y de los perros aún hoy es palpable. "De ahí que la gente se haya involucrado tanto en el tema", dicen.

Romina no da vueltas para explicar lo que siente. "Los perritos quedaron solos, a la intemperie, asustados, y corren riesgo de ser atropellados o atacados por otros perros. Se los ve tristes, no se alejan de la puerta de la casa que alguna vez fue su hogar. Es lamentable la situación, ellos no entienden lo que pasó", sostiene.

Mientras tanto, su suegra, que vive en la misma cuadra, se encarga cada tanto de darles de comer cada, pero afirma que "no puede quedárselos, porque ya tiene otros animales. De hecho ya agarró a los gatitos de esto hombre". "Por eso estamos haciendo lo imposible para encontrarles un lugar o que alguien los tenga en tránsito", cerró Romina.

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