Es costurera, produce para el Municipio y sueña con tener su propia marca

HACE 18 AÑOS. Romina Orellana cose ropa para bebés desde muy joven y también buzos de egresados, además de otras producciones. Fue premiada con el Orgullo de Ser de Lomas.

Romina est orgullosa de ser costurera y de haber salido adelante gracias a la profesión y a la ayuda del Municipio

Romina está orgullosa de ser costurera y de haber salido adelante gracias a la profesión y a la ayuda del Municipio.

Emprender para salir adelante. Esa fue la meta de la lomense Romina Orellana (43), que hace 18 años decidió apostar a la costura como medio de vida y que, gracias a la enseñanza de su madre y el apoyo del Municipio, pudo lograr una estabilidad. El pasado miércoles fue distinguida como Orgullo de Ser de Lomas.

"Empecé a ser costurera hace 18 años. Mi hijo, en ese entonces, tenía un año y yo quería volver a trabajar, pero no descuidar la maternidad, entonces comencé a coser como lo hacía mi mamá", reveló sobre sus inicios.

Empecé a ser costurera hace 18 años. Mi hijo, en ese entonces, tenía un año y yo quería volver a trabajar, pero no descuidar la maternidad, entonces comencé a coser como lo hacía mi mamá.

En sus inicios, Romina hacía su labor gracias a una máquina que tenía en su casa. "Fue muy difícil aprender y perfeccionarme porque nunca le presté demasiada atención al trabajo de mi mamá y, en ese entonces, tampoco había videos de YouTube que te podían servir de soporte", reflexionó.

"Mi mamá me enseñó los secretos de la costura y, a partir de ahí, empecé a hacer de todo un poco. Me lancé con la ropa de chicos y también de bebés, trabajando para personas particulares", contó la lomense.

Pero, sin dudas, en 2018 le cambió la vida: Orellana comenzó a vender su producción para el Municipio de Lomas, que la contactó para que pueda armar los ajuares que se entregaban en el Plan Qunita. "Como ya tenía experiencia con la confección de ropa para bebés, empecé a fabricar y vender ropa al Municipio, la cual era entregada a los recién nacidos en los hospitales públicos de Lomas", dijo.

Dentro de la producción, Romina también confecciona buzos de egresados por pedido del Municipio. "Ellos me traen el modelo y la tela. Yo la corto, la mando a estampar con otros emprendedores que también trabajan para el Municipio y después vuelve a mi taller para ser cosida", detalló, y se mostró muy feliz de que la labor junto al Municipio sea una de "las más estables" en su productividad, aunque también realiza trabajos para terceros.

Lo cierto es que Romina, por ser emprendedora, pudo acceder a un microcrédito gracias al Instituto Municipal de la Producción, Trabajo y Comercio Exterior (IMPTCE): así tuvo la posibilidad de cambiar todo su equipamiento y contar con máquinas automáticas y semiautomáticas (ocho en total).

Romina, por ser emprendedora, pudo acceder a un microcrédito gracias al Instituto Municipal de la Producción, Trabajo y Comercio Exterior (IMPTCE): así tuvo la posibilidad de cambiar todo su equipamiento y contar con máquinas automáticas y semiautomáticas (ocho en total).

Romina fue reconocida el pasado miércoles como Orgullo de Ser de Lomas. "No me lo esperaba y ni siquiera sabía que me iban a reconocer a mí. Fui porque me invitaron y cuando llegué me di cuenta que yo iba a ser una de las premiadas", admitió, entre risas.

"El rubro de costurera es muy sacrificado y, muchas veces, hasta menospreciado. Yo me esfuerzo un montón y coso hasta diez horas por día, pero esto es todo para mí. Después de casi dos décadas, poder tener una estabilidad gracias a la costura me genera mucha felicidad", enfatizó y, para finalizar, añadió: "En un futuro me gustaría poder registrar una marca personal con el objetivo de poder hacer grandes producciones para clientes o fábricas", cerró, con el sueño más intacto que nunca.