Galería Gallardón: el emblema de Lomas que comenzó como una confitería

HISTORIA VIVA. Eduardo Gallardón, hijo y sobrino de los creadores del espacio que ya tiene 40 años, contó la historia detrás de este ícono a metros de la estación de tren.

La Galería Gallardón es, sin dudas, uno de los emblemas de Lomas, al igual que la familia que la creó. Eduardo Gallardón es hijo del confitero y escultor Alberto y sobrino de Eduardo, quienes fueron los impulsores del espacio ubicado en pleno centro: único descendiente vivo en el distrito, le contó al Diario La Unión cómo se ideó el espacio que primeramente funcionó como una confitería.

"Mis abuelos vinieron desde España en 1895. Cuando llegaron al país empezaron a trabajar como lecheros, ya que tenían el oficio, y también contaban con una calesita. Luego decidieron poner una confitería, que estaba ubicada en Meeks 24", empezó a contar Eduardo sobre la historia familiar y los comienzos de la Galería Gallardón.

Mis abuelos vinieron desde España en 1895. Cuando llegaron al país empezaron a trabajar como lecheros, ya que tenían el oficio, y también contaban con una calesita. Luego decidieron poner una confitería, que estaba ubicada en Meeks 24.

La confitería perteneciente a los Gallardón se caracterizaba por vender dulce de leche suelto y era el propio Eduardo quien, a su corta edad, ya era el encargado de fabricarlo para ponerlo a la venta. Pero antes de convertirse en galería, la confitería pasó a ser una lechería. "Se les vendió el fondo de comercio a unos vecinos y ellos luego se mudaron enfrente, pegado a la Galería Oliver", rememoró Eduardo.

"El local quedó vacío y, después de un tiempo, a mi padre Alberto se le ocurrió montar un estacionamiento, pero fue mi tío Eduardo quien propuso la idea de armar una galería ya que el lugar estaba muy bien ubicado por la cercanía a la estación de tren", relató. Hoy, la Galería Gallardón es una realidad y tiene más de 40 años de trayectoria en una de las calles más importantes del distrito.

A mi padre Alberto se le ocurrió montar un estacionamiento, pero fue mi tío Eduardo quien propuso la idea de armar una galería ya que el lugar estaba muy bien ubicado por la cercanía a la estación de tren.

Una vez demolida la confitería, se empezó a construir la galería con sus clásicos locales que hoy son recorridos y visitados por cientos de lomenses. "Lo que más me dolió de la remodelación fue cuando destruyeron el horno que se usaba para cocinar las confituras del antiguo negocio", reveló Gallardón, con un tono de tristeza que salió desde el corazón.

Cabe destacar que Alberto, el padre de Eduardo, además de ser confitero era escultor, siendo el creador de los cuatro monumentos que se encuentran en la Plaza Grigera. Por su parte, su hermano Eduardo, fue el fundador del Club Los Andes. La familia Gallardón es, sin duda, una porción (no tan pequeña) de la historia de Lomas y dejó su estela para la eternidad.