Chau rutina: compraron un colectivo y viajan por distintos países

SALIERON DE TEMPERLEY. Julieta, Sergio, León y la perra Lola emprendieron una aventura sin destino fijo hace tres meses. Actualmente, están en Brasil. "Vamos lento y sin apuro", aseguran. 

Julieta Martínez y Sergio Iriart son una pareja lomense que, junto a su hijo humano León y su hija perruna Lola, emprendieron el sueño de viajar a bordo de su casa con ruedas, un colectivo Mercedes Benz 1114 modelo 1974. Hace tres meses que salieron desde Temperley y actualmente se encuentran en Brasil, recorriendo distintas localidades y generando sus propios ingresos, lejos de la rutina y de lo cotidiano.

La aventura comenzó a idearse en plena pandemia, pero recién se pudo concretar este año. "Al principio nos habíamos comprado un colectivo escolar tipo furgón, pero pasó el tiempo y no pudimos hacerle nada para ponerlo en condiciones. Un amigo nos propuso la idea de venderlo ya que tenía un conocido que quería comercializar su motorhome. Cuando lo vimos nos dimos cuenta que era todo lo que necesitábamos", repasó Julieta.

Al principio nos habíamos comprado un colectivo escolar tipo furgón, pero pasó el tiempo y no pudimos hacerle nada para ponerlo en condiciones. Un amigo nos propuso la idea de venderlo ya que tenía un conocido que quería comercializar su motor home. Cuando lo vimos nos dimos cuenta que era todo lo que necesitábamos.

Anteriormente, la familia vivía en Lomas y en su propia casa comenzaron con un emprendimiento de un bar cultural llamado Casa Bestia. La idea la tomaron de unas vacaciones en Brasil, donde notaron que muchos lugareños solían recibir a la gente en sus propios hogares para cenar, tomar algo e incluso disfrutar de fogones. "Quisimos replicar la idea empezando con nuestro proyecto en enero de 2018. Nos fue bastante bien, pero luego decidimos mudarnos a Banfield, donde continuamos con el emprendimiento", contó Julieta.

La llegada del Coronavirus fue el detonante para que el bar deje de funcionar al no tener espalda para "aguantar semejante crisis". Y así fue cómo se decidieron a emprender este viaje que los sorprende día a día, sin tener un rumbo o un futuro concreto.

"Salimos desde Temperley y el primer destino fue el Norte argentino, a la ceremonia de la Pachamama", reveló Julieta, quien contó que gracias a las comunidades autóctonas pudieron conocer mucho más sobre la historia de Argentina.

Salimos desde Temperley y el primer destino fue el Norte argentino, a la ceremonia de la Pachamama.

Terminada su estadía en Argentina, cruzaron hasta Uruguay y recorrieron sus costas por alrededor de dos meses, hasta que decidieron visitar Brasil, país en el que se encuentran en estos momentos (más precisamente en Florianópolis). "Vamos lento y sin apuro. Mientras recorremos lugares increíbles, trabajamos en nuestro emprendimiento de vender bijouterie por las playas", explicó Martínez sobre el modo en el que generar un ingreso económico para su aventura.

"Lo que más nos sorprendió de este viaje es la gente. Uno piensa en conocer paisajes, pero no tiene en cuenta el factor humano. Hay gran calidez, te ofrecen su hospitalidad y amistad en cuestión de días", sostuvo, muy feliz de haber tomado este estilo de vida junto a su familia.

Vamos lento y sin apuro. Mientras recorremos lugares increíbles, trabajamos en nuestro emprendimiento de vender bijouterie por las playas.

Julieta contó que, de momento, tienen intenciones de llegar al norte de Brasil para estar en un ambiente cálido cuando llegue el invierno, con el fin de conseguir más turismo y de que su emprendimiento sea rentable. "Nosotros aprendimos a no hacer planes, a disfrutar el presente sin saber lo que va a pasar conmigo de acá a dos años. Creo que esta manera de vivir, lejos de la rutina, la debe descubrir todo el mundo", cerró, e invitó a todos los vecinos a seguir sus aventuras por Instagram.