A 119 años del Lomas Jockey Club: la historia de la familia Boni

Un día como hoy, pero de 1904, se instaló el Lomas Jockey Club, un lugar que revolucionó el distrito en distintas facetas, ya sea en la deportiva como en la económica ya que era una fuente de empleo para muchos vecinos. El espacio fue una realidad luego de un acuerdo con la familia Gandulfo y, tras un pequeño paso por Longchamps, se radicó en Temperley hasta su cierre definitivo en 1927.

El Lomas Jockey Club abarcaba un perímetro que se formaba entre las calles Sarandí, Cerrito, hasta Tercera Arenales (hoy Francisco Amero), General Hornos, siguiendo la curva de la pista hasta Viamonte para terminar en Balcarce. Y tan importante fue su estadía en el lugar que la zona se sigue llamando Villa Hipódromo.

El Lomas Jockey Club abarcaba un perímetro que se formaba entre las calles Sarandí, Cerrito, hasta Tercera Arenales (hoy Francisco Amero), General Hornos, siguiendo la curva de la pista hasta Viamonte para terminar en Balcarce.

Debido al éxito del Lomas Jockey Club, los studs (espacio dedicado al criado y cuidado de los caballos, especialmente los de carrera) y las herrerías estaban a la orden del día. Y la familia Boni era una eminencia en el tema. "Desde que vino de Italia, mi familia siempre se dedicó al turf. En 1908 nació mi papá, pero con anterioridad y gracias a mi bisabuelo y abuelo es que se afincaron en Banfield, donde empezaron a trabajar en la herrería y en el entrenamiento de caballos", contó Eusenio Boni, uno de los descendientes que sigue con el legado hasta estos días.

Desde que vino de Italia, mi familia siempre se dedicó al turf. En 1908 nació mi papá, pero con anterioridad y gracias a mi bisabuelo y abuelo es que se afincaron en Banfield, donde empezaron a trabajar en la herrería y en el entrenamiento de caballos.

Lo cierto es que la familia Boni tenía su stud llamado "Los chicos" y una herrería en la calle Gascón, entre Belgrano y Alsina. Ese espacio tuvo increíbles anécdotas, como lo fue la elección del nombre: el histórico jockey Irineo Leguizamo, considerado uno de los mejores jinetes del siglo XX, solía preguntar por los chicos en referencia a los hijos del abuelo de Eusenio (ya que eran grandes amigos) y es por eso que terminó quedando esa denominación.

Con el loteo y el amanzanamiento por parte de la familia Gandulfo, el Lomas Jockey Club se debió mudar en 1910: Longchamps fue el destino del hipódromo y allí funcionó hasta 1913, donde un incendio destruyó por completo el lugar.

Luego de cobrar el seguro, el Lomas Jockey Club le alquiló las tierras al Doctor Domingo Cabred, en Temperley, y en 1914 instalaron el tercer hipódromo, que tenía su entrada principal en la Avenida Eva Perón (ex Pasco) y Almirante Brown.

La familia Boni fue parte de la historia de Lomas Jockey Club. "Mi abuelo y mi tío abuelo ganaron siete estadísticas hasta que el espacio cerró en 1927", dijo. Cabe destacar que una estadística hace referencia al entrenador que más carreras ganó en un año.

Mi abuelo y mi tío abuelo ganaron siete estadísticas hasta que el espacio cerró en 1927.

Además, Leguizamo era gran amigo de Carlos Gardel, quien estuvo emparentado con los hipódromos ya que contaba con un caballo llamado Lunático, que corrió carreras desde 1925 hasta 1929. "Era un caballo famoso, no por las carreras ganadas, sino porque justamente era el de Gardel. Por los años en los que estuvo en pista el equino, pudo haber corrido en Temperley, aunque no estoy seguro, pero sí lo hizo en Palermo", acotó Boni.

Una vez cerrado el Lomas Jockey Club, la familia Boni siguió activa gracias al Hipódromo de La Plata. Eusonio empezó a trabajar en la profesión y heredó la pasión familiar en 1993, cuando logró la licencia de entrenador que le fue entregada por el Jockey Club de San Isidro.

"El turf en zona Sur le dio trabajo a mucha gente. Luego, por distintos motivos, varios hipódromos fueron cerrando, pero otros siguen de pie y siguen siendo fuente de empleo para cientos de familias", sentenció.