El fuerte testimonio del chofer agredido brutalmente en la calle
más detalles. Todo sucedió el viernes pasado en Mario Bravo y Recondo, cuando le cruzaron una camioneta y dos sujetos se le subieron al colectivo para atacarlo.
Como si se tratara de la película de Relatos Salvajes, de acuerdo al relato del chofer del colectivo de la línea 405 que sufrió una feroz golpiza en Fiorito a fines de la semana pasada, todo comenzó cuando un auto intentaba pasarlo. "Me pegaron con el cinturón puesto y me amenazaron de muerte", aseguró Sergio A. en charla con La Unión.
Se trata del hecho ocurrido el último viernes por la tarde-noche, en torno a las 20.30, en la intersección de las calles Mario Bravo y Recondo, en Fiorito, a pocas cuadras de la Terminal de Ómnibus de Puente La Noria.
Todo comenzó cuando el colectivo perteneciente a la empresa MOA S.A., emprendía su recorrido desde la Estación de Lanús en dirección a Lomas de Zamora. "Yo iba por Aristóbulo del Valle y San Martín. Se pone en verde el semáforo y empiezo a acelerar, y en una de esas miro por el espejo retrovisor y veo que venía un Twingo color champagne que me quiere sobrepasar", relató el conductor.
"Yo estaba en el carril del medio porque el carril de la derecha estaba ocupado. Lo primero que pensé fue en acelerar, porque el Twingo quería invadir el carril de al lado, yendo en contramano y se la iba a pegar de lleno contra el 247 que venía de frente. Iba a ser una catástrofe", apuntó, al tiempo que indicó que el conductor del otro rodado le hizo una señal de luz y le tocó la bocina.
"Pensé que estaba todo bien y que el tipo reconocía que había hecho una mala maniobra", marcó. Sergio siguió su recorrido durante un par de cuadras más, hasta que en un momento el automóvil se le adelanta, y a la altura del siguiente semáforo el conductor se baja, lo empieza a agredir y le rompe el espejo retrovisor. "Me dijo que iba a encontrarme y que me iba a matar. El tipo estaba empecinado", aseguró.
Instantes después el hombre se marchó, y a pesar de la violenta secuencia, el chofer decidió completar el recorrido de la unidad, aunque no contaba con que el conductor lo emboscaría. "El tipo planificó una emboscada en Mario Bravo y Recondo", afirmó.
En esa esquina una camioneta Fiorino color blanca se le atravesó por delante. Al momento en que un pasajero subió a la unidad, el agresor y el conductor de la camioneta ascendieron y comenzaron directamente para golpearlo, aún con el cinturón de seguridad puesto.
Al grito de "negro de mierda", lo amenazaban con dispararle. En un inició se decía que eran tres, pero en realidad eran dos los atacantes.
Se puede ver en uno de los videos que filmó una de las pasajeras de otra unidad que pasaba por la zona justo en el momento previo al ataque cómo los agresores lo increpaban. "Abrime la puerta que te rompo la boca", amenazaba uno de ellos, mientras que se escuchaba como el resto de los pasajeros pedían por la intervención de la Policía.
"Ya en unos días más vuelvo al trabajo aunque me va a costar por que el miedo a represalias de esos sujetos está", confesó el chofer de 35 años que trabaja en esta línea hace apenas cinco meses. "Me amenazaron de muerte y me quisieron pegar un tiro al momento que me proporcionaron los golpes de puño entre los dos. La verdad no estoy bien", indicó.
Tras la fuerte golpiza, el conductor fue a realizar una denuncia a la Comisaría 5ta de Villa Fiorito. Luego, fue asistido por la ART. Actualmente, está de licencia médica por las lesiones sufridas. Terminó con golpes en la cabeza, especialmente en el maxilar y en la nuca; en las costillas y en la espalda.
"Ya es tiempo de las cabinas de seguridad para los choferes. Las necesitamos y esto es algo evidente. No le tiene que volver a pasar a ninguno. Gracias a Dios esto no paso a mayores", reclamó.
Por su parte, en conversación con este medio, el delegado de las líneas 405 y 520, Jorge Brenon, relató que después del ataque, él mismo arribo al lugar y se encontró con el joven chofer golpeado y mareado.
Asimismo, precisó que ya se pidieron las filmaciones de las cámaras de seguridad para identificar las patentes de los vehículos en cuestión para lograr dar con los agresores que luego de la golpiza se dieron a la fuga.