Dos libros recorren la vida de Charlie Watts
mundos personales. Se lanzan un par de publicaciones sobre el silencioso baterista de los Rollings Stones fallecido hace poco más de un año.
A más de un año de la muerte de Charlie Watts, se publica una biografía oficial prologada por sus compañeros en los Rolling Stones y otra obra que reivindica su talento como baterista.
"Charlie's Good Tonight" (HarperColins) es el título de la primera y lleva la firma del escritor, periodista y locutor Paul Sexton, quien, con una trayectoria de más de 30 años como colaborador en medios como The Times o Billboard y varias entrevistas a este músico durante ese tiempo, fue el elegido para escribir la biografía del músico.
"Si lo que desea el lector es polémica, está buscando debajo de la piedra equivocada", avisa el autor en este libro sobre un personaje que tenía poco que ver con el "exhibicionismo" y que evolucionó "de joven músico mercenario a baterista cuyas manos firmes estaban envueltas en un aura intemporal", además de "columna vertebral" de los Stones.
"Era inteligente y nunca levantaba la voz, pero podía ser muy directo y decir lo que pensaba. (...) Era una persona muy tranquila pero tenía un gran sentido del humor y nos reíamos sin parar. Le echo de menos por muchos motivos", apunta Mick Jagger en el prólogo.
"Tenía un humor muy irónico y sutil, pero yo conocía ciertas palabras clave (...). A veces decía esas palabras y Charlie se tiraba al suelo patas arriba, muerto de risa", coincide Keith Richards. "Era lo que se veía, o sea, Charlie. El tío más auténtico que he conocido", dice el cantante.
El libro es en un anecdotario que muestra la elegancia y calidez de la persona, así como un gusto por la precisión que llegaba al borde de un trastorno obsesivo compulsivo, con manías como la de ordenar sus medias por colores allá por donde pasaba o averiguar si alguien había reajustado su batería, aunque fuese para tensar apenas un cuarto de vuelta la piel de la caja.
También cuenta cómo el baterista fue quien aportó su conocimiento para que la banda dé el salto que dieron los Stones a partir de los '80 para brindar grandes espectáculos. El libro apenas toca sus episodios más conflictivos, como su adicción a las drogas y su posterior rehabilitación, o el más mediático, el del golpe a Jagger en un hotel de Nueva York, algo que el vocalista niega.
La otra publicación es "Simpatía por el baterista. Por qué importa Charlie Watts", de Mike Edison, donde se describe su talento en los bombos y platillos.
El autor lo define como el mejor baterista y "la fuerza motriz de los lascivos riffs de los bailongos éxitos de los Stones, de su deliberadamente horrísono y mugriento boogie tabernario, y de los enrarecidos lamentos que parecían provenir de la alteración de la conciencia".