La historia de los futbolistas lomenses que jugaron Mundiales
A una semana de Qatar. Dos de ellos defendieron la camiseta de Los Andes, pero ninguno llegó a debutar en primera; el otro se formó en Vélez y brilló en España.
Lomas de Zamora es una tierra que ha dado grandes futbolistas a lo largo de la historia y hasta el más grande de todos, Diego Armando Maradona, se crió en sus potreros. En Villa Forito forjó su talento, amoldó sus gambetas y arrancó un camino glorioso que lo llevó sin escala a la cima del fútbol.
Diego, sin embargo, no es el único exponente local que brilló con la pelota. Hubo otros que también hicieron su camino en el mundo del fútbol, se destacaron con la Selección Argentina y hasta llegaron a jugar una Copa del Mundo, aunque sin la trascendencia del hijo de Don Diego y Doña Tota.
Por eso, a una semana del inicio del Mundial de Qatar y para meternos en clima mundialista, La Unión hizo un repaso de esos jugadores lomenses que cumplieron el sueño de todo nene y defendieron la celeste y blanca en el evento más importante del mundo: Héctor "Chirola" Yazalde, Pablo Cavallero y Clemente Rodríguez.
"Chirola", el otro hijo prodigo de Fiorito
14 años antes del nacimiento de Maradona, el 29 de mayo de 1946, nacía en Fiorito otro jugador que después iba brillar en Pirañas de Parque Patricios, Independiente e Sporting de Lisboa y sería uno de los futbolistas de la Selección en el Mundial de 1974, en el que jugó tres partidos y anotó dos goles (ambos ante Haití por la fase de grupos).
Como la de Diego, la historia de Yazalde arrancó en los potreros de Fiorito, pero su camino a lo más alto fue diferente. Su carrera la inició en Los Andes, pero quedó libre a los dos años, lo mismo le pasó después en Racing y cuando parecía que el fútbol no era lo suyo recaló en Piraña, donde jugó en la Primera D. De ahí pegó el salto a Independiente, donde brilló en una época dorada del Rojo y dio el salto a Europa.
"La pelota era mi juguete, como el de cualquier pibe. Y todo el día estaba dándole en el potrero. Después jugué en el club Ideal, que está en la villa. También me fui a probar a Los Andes y Racing. Y en los dos me dejaron libre a los dos años. Seguí jugando por el placer de hacerlo, hasta que en 1964 fiché para Piraña, de Aficionados. Estuve tres años: en 1967 me compró Independiente en un millón y medio de pesos viejos", le había dicho Yazalde a El Gráfico en una entrevista publicada en 1980.
A lo largo de su carrera, y de acuerdo a los datos de la FIFA, anotó 252 goles en 384 partidos oficiales de Primera División jugados en Argentina, Portugal y Francia. Además, muchos años ante que Lionel Messi lo lograra, se convirtió en el primer argentino en ganar la "Bota de Oro", un premio que se otorga al máximo goleador de la temporada del fútbol europeo. Desde la primera entrega en 1968 hasta la última, hay sólo dos argentinos ganadores en la lista, y uno es de Lomas de Zamora.
Clemente, una historia de superación
La historia de Clemente Rodríguez con el fútbol también inició en las calles de Lomas, para ser más exactos en las de Ingeniero Budge. Ahí vivió junto a su familia durante varios años y es donde el sueño de ser futbolista comenzó a tomar forma mientras cursaba la primaria en el Escuela Nº12 de Budge.
Sus primeros pasos en canchas de 11 los dio, como Yazalde, en Los Andes, pero al igual que "Chirola" no llegó a debutar en primera. Cuando tenía edad de quinta división y el histórico Jorge Ginarte se negó a subirlo al plantel profesional, dejó al Milrayitas, se fue a probar a Boca y sedujo a Carlos Bianchi, que rápidamente decidió hacerle contrato.
A partir de ahí, el oriundo de Budge inició una carrera de éxitos con la Azul y Oro que, en 2010 y con Maradona como entrenador, lo llevó a integrar la lista de 23 seleccionados para disputar el Mundial de Sudáfrica. En la cita más importante, disputó un partido en el triunfo 2-0 ante Grecia por la zona de grupos.
Cavallero, mundialista por dos
Pablo Cavallero, nacido en Lomas de Zamora el 13 de abril de 1974, fue el único jugador de esta lista que disputó dos Mundiales. El hijo del reconocido Oscar Cavallero, quien era entrenador y había armado una histórica dupla técnica con Oscar López, estuvo en las citas mundialistas de Francia 1998 y en Corea y Japón 2002, primero con Daniel Passarella como entrenador y después con Marcelo Bielsa.
Pablo, en su primer campeonato mundialista, no disputó ningún partido y su debut oficial fue en el continente asiático, donde disputó los tres partidos de la Selección Argentina: el triunfo 1-0 ante Nigeria, la derrota 1-0 ante Inglaterra y el empate 1-1 ante Suecia, con el que el seleccionado no pudo pasar la zona de grupos y fue tempranamente eliminado.