La fuerte historia de la vecina de Lomas reconocida por sus acciones solidarias
Homenaje. Margarita Spallato cumple 70 años de una historia de vida que no fue fácil, pero la transformó en labor social para ayudar los chicos prematuros de hospitales.
La familia, amigos y vecinos de Margarita Spallato quieren rendirle un sincero homenaje en el día de su cumpleaños número 70, motivados por su fuerte historia de vida que supo transformar en acciones solidarias: se dedicó a ayudar a los bebés prematuro de varios hospitales.
Spallato es vecina de Villa Galicia, Lomas de Zamora. Llegó desde Italia hace 70 años cuando aún estaba en el vientre de su madre. Con ella arribaron sus papás Magdalena y Natalio y tres hermanos más, que se afincaron en Argentina escapando de la Segunda Guerra Mundial.
Cuando era muy chica, Margarita tuvo que convertirse de manera prematura en el sostén de su familia, ya que tras el fallecimiento de su padre tuvo que salir a trabajar. "A los 18 años comenzó en la famosa tienda 'Casa Tía' como una simple empleada, pero gracias a su actitud y mucho compromiso llegó a ser gerenta en tiempos en donde las mujeres no eran visibilizadas como hoy en día en cargos jerárquicos", destacó su sobrina Gabriela Zappa.
Pero si hay una característica que la define a Margarita es su amor por los niños. "Comenzó a tejer mantitas y escarpines para niños necesitados", revelan.
A los 18 años comenzó a trabajar en la famosa tienda 'Casa Tía' como una simple empleada, pero gracias a su actitud y mucho compromiso llegó a ser gerenta en tiempos en donde las mujeres no eran visibilizadas como hoy en día en cargos jerárquicos.
La vecina de Villa Galicia fue madre de una hermosa hija. Pero, después de enviudar y jubilarse, comenzó a intensificar el tejido. "Confeccionaba mantas para bebés, saquitos que marchaban embolsados con amor y perfume a ternura hacia las iglesias y hogares de niños", cuenta.
No obstante, con el tiempo comenzó a interiorizarse sobre lo sanador que son los muñecos de apego y decidió hacerlos ella misma. "Fue una adelantada porque leyó y se interiorizó sobre los amigurumis que se usan para el área de Neonatología, sobre todo para los bebés prematuros", contó su sobrina y añadió que enseguida quiso donarlos a los chicos de Casa Cuna, el Hospital Garrahan, al Gandulfo y demás hospitales.
Actualmente, Margarita continúa tejiendo con ese amor y cariño que lo caracteriza para amigos, vecinos, y todos los pequeños que alberga en su corazón.
"Por todo esto y más estamos orgullosos de vos tía Marga, por tu ejemplo de lucha, vecina solidaria, madre ejemplar, luchadora incansable siempre con una sonrisa y un corazón repleto de amor para regalar", concluyó Gabriela orgullosa de su tía.