Confecciona cuadernos y agendas artesanales y sueña con un taller propio

RESILIENCIA. La lomense Daniela Zanetti apostó a este emprendimiento durante la pandemia. "Convencerme de que mi trabajo le guste al cliente fue una barrera difícil de superar", contó. 

Daniela Zanetti (44) trasformó todo lo negativo de la pandemia y la cuarentena de 2020 en un aspecto positivo para su vida: comenzó con un emprendimiento de encuadernación artesanal y hoy, dos años después, se dedica exclusivamente a esa labor, con el sueño intacto de poder expandirse, tener un taller y trabajar en conjunto con otros emprendedores.

El emprendimiento de encuadernación artesanal, llamado Urgente Amar, comenzó a funcionar en abril de 2020 gracias a la pandemia. Daniela se encontraba estudiando el último año de fotografía y, debido a la cuarentena, no podía llevar a cabo su trabajo con la cámara, por lo que decidió tomar otro camino: "Como no podía ir a eventos a sacar fotos, se me ocurrió hacer y vender los álbumes para las fotos. Le pedí a mi cuñada, que había estudiado encuadernación, que me enseñe a hacerlo y así fue cómo aprendí sobre papeles, gramajes, de telas y de cartones".

Como no podía ir a eventos a sacar fotos, se me ocurrió hacer y vender los álbumes para las fotos. Le pedí a mi cuñada, que había estudiado encuadernación, que me enseñe a hacerlo y así fue cómo aprendí sobre papeles, gramajes, de telas y de cartones.

"Tenía muchas ganas de hacer algo, por una cuestión personal y también económica. Todo eso me llevó a incursionar en la confección de cuadernos y agendas, al principio solamente me animaba a hacer anillados y luego, gracias a distintos tutoriales, empecé a realizar costuras y trabajos en lienzo, todo más artesanal", rememoró sobre lo que fueron los primeros pasos de un emprendimiento que ya lleva más de dos años y medio.

Zanetti explicó que, de acuerdo al encargue, tarda aproximadamente una semana en realizar una agenda o un cuaderno, ya que el encolado y el prensado llevan su tiempo. Los precios varían según el pedido: hay opciones de $1.500 a $3.000. Cartones prensados, papeles, anillados, hilos encerados para las costuras, telas y lienzos de algodón teñidos con tintes naturales son algunos de los materiales que usa Daniela para su labor.

"Lo que más me costó fue mostrar lo que hacía y venderlo. Yo estaba contenta con los resultados y mis allegados me decían que hacía trabajos muy lindos, pero convencerme de que le guste al cliente fue una barrera difícil de superar", admitió la lomense.

"Con el tiempo descubrí que amaba el arte de la encuadernación, hoy ya estoy muy canchera con el tema. Me metí tanto en este mundo que ahora siento que la fotografía fue un camino para llegar a esto", sostuvo, sin dudas, y admitió que le gusta mucho poder participar de ferias con otros emprendedores ya que "somos una comunidad y aprendemos entre todos".

Con el tiempo descubrí que amaba el arte de la encuadernación, hoy ya estoy muy canchera con el tema. Me metí tanto en este mundo que ahora siento que la fotografía fue un camino para llegar a esto.

Tanto en Instagram o Facebook Daniela muestra todo su trabajo y toma pedidos para todos los interesados. "Actualmente trabajo en mi casa, pero mi sueño y lo que más deseo es poder contar con un taller a puertas abiertas, para que la gente interesada pueda ver lo que hago y sumar a más emprendedores para acompañarnos mutuamente", concluyó, emocionada.