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Carlitos Balá, íntimo: el recuerdo de un amigo lomense

EMOCIÓN. Alejandro Diagostino es artista y compartió amistad con el comediante. Lo acompañó por más de una década y rememoró algunas anécdotas que guarda en su corazón.

Alejandro junto a Carlitos Bal Una amistad forjada desde la admiración

Alejandro junto a Carlitos Balá. Una amistad forjada desde la admiración.

El fallecimiento de Carlitos Balá en las últimas horas golpeó el estado de ánimo de miles de argentinos, de cuatro generaciones que crecieron y se divirtieron al ritmo del comediante y sus emblemáticas frases como "¿Qué gusto tiene la sal?", "Sumbudrule" o "Angueto quedate quieto". El artista lomense Alejandro Diagostino (34) se considera un fanático de Carlitos Balá, pero además tuvo la suerte de compartir amistad con él y acompañarlo en la última década. En su privilegiado rol, contó algunas de las anécdotas que sucedieron arriba y abajo del escenario, las cuales guarda en su memoria y su corazón.

"Fui colaborador, asistente y trabajé con él en los espectáculos que tuvo en estos últimos años. Lo último que hizo, antes de la llegada del Coronavirus, fue teatro con Panam. Era un verdadero tipazo", empezó a relatar Alejandro, quien rápidamente mencionó que Carlitos Balá fue su padrino artístico y que todo lo que logró fue gracias a su camino y "a la gran mano que me dio".

Lo cierto es que Alejandro, en cierto punto, sigue los pasos de Carlitos Balá ya que es artista y realiza espectáculos para toda la familia. Con "Ale Music Show", como es conocido en zona Sur y alrededores, intenta brindar el mismo humor sano y genuino tan característico de Balá, con la fortuna de haber contado con Carlitos como "el mejor maestro". Pero, ¿cómo nació dicha amistad?

"Llegué a Carlitos Balá por admiración, por seguirlo y acompañarlo en sus giras. Siempre le trasmití mi admiración y cariño, a través de esos años fuimos generando una amistad", contó Alejandro, con la voz visiblemente emocionada. "En 2008 conseguí su correo, en el 2010 me llamó para mi cumpleaños y, de repente, me encontré en su casa, almorzando con él. Me llamaba y me invitaba para ir a comer a algún lado", acotó.

En 2008 conseguí su correo, en el 2010 me llamó para mi cumpleaños y, de repente, me encontré en su casa, almorzando con él. Me llamaba y me invitaba para ir a comer a algún lado.

Al ser consultado sobre alguna anécdota que recuerda, Alejandro no lo dudó y relató el día que pasó prácticamente 24 horas con el humorista: "Fuimos a conocer una estatua que le hicieron en Chacarita. Cuando volvimos a su casa, me quedé charlando hasta las 12 de la noche y me dijo de ir al Mc Donald's, a pesar de los retos de la mujer. Cuando retornamos a su casa, me dijo 'gracias por tu compañía'". Además, aseguró que Balá contaba con alrededor de cien biblioratos que contenían distintas cartas que los fanáticos le hicieron llegar desde el comienzo de su exitosa e intachable carrera, en la década del '50.

Fuimos a conocer una estatua que le hicieron en Chacarita. Cuando volvimos a su casa, me quedé charlando hasta las 12 de la noche y me dijo de ir al Mc Donald's, a pesar de los retos de la mujer. Cuando retornamos a su casa, me dijo 'gracias por tu compañía'.

EL RECUERDO

"Es difícil, dentro del dolor, encontrar las palabras justas para conmemorarlo. Balá fue un representante de lo más genuino y de lo más sano, de la ternura. Acompañó a cuatro generaciones con su humor, incluso niños de 10 años reían con él y yo fui testigo de eso", relató Alejandro, que inmediatamente resumió: "Era una especie de caricatura viva, que con su flequillo y sus gestos trasmitía alegría. Es una leyenda, una persona incomparable y lo más lindo es que no existe gente que no lo quiera, él lloraba porque todos le demostraban cariño".

"Creo que a él lo mató la pandemia y no poder estar en contacto con la gente. Carlitos adoraba tomarse un café todas las mañanas en un bar próximo a su casa de Recoleta para estar cerca de los vecinos", admitió.

Era una especie de caricatura viva, que con su flequillo y sus gestos trasmitía alegría. Es una leyenda, una persona incomparable y lo más lindo es que no existe gente que no lo quiera, él lloraba porque todos le demostraban cariño.

Diagostino se enteró de la triste noticia en la madrugada de hoy a través de Maximiliano Marbuk, el representante del comediante. Cabe resaltar que Balá falleció en las últimas horas del jueves 22 de septiembre. "Se apagó una luz muy grande", admitió.

"Hay mucha gente que me dice que lo hago acordar a Balá y es una alegría porque, sin la necesidad de copiarlo en los shows, tengo algo de su esencia. Tengo la responsabilidad de revivirlo y no hacerlo olvidar", concluyó.