Un banfileño y su gran pasión: cultiva y colecciona bonsai desde hace más tres décadas

TAMBIÉN LOS VENDE. Héctor Ayrala conoce del tema desde muy chico, cuando a los 9 años ayudaba a un japonés, quien le enseño a podar y a alambrar.  

Héctor Ayrala es un vecino de Banfield que se dedica a cultivar bonsai hace más de 30 años y es su verdadera pasión desde que era tan solo un chico. Árboles y arbustos adaptados a un tamaño más pequeño, pero que no pierden los nutrientes ni su capacidad de desarrollo. El lomense contó cómo comenzó, sus primeras experiencias y la actualidad: en plena pandema, se adaptó y vende de manera virtual, y hasta hace entregas a domicilio.

PRIMER CONTACTO

"Tuve la suerte de que, al lado del campo de mi tía, en Garín, había un japonés que cultivaba distintas especies de bonsai traídas de su país. Me llamó la atención y él fue el que me enseñó a podar, trasplantar y alambrar, yo tenía apenas 9 años y lo ayudaba en todo", dijo el banfileño Héctor Ayrala sobre sus primeras experiencias. Allí comenzó su verdadera pasión por estos árboles en miniatura.

En la década del '80 participó de una exposición de bonsai, donde vivió una situación particular: una persona se acercó para comprarle un ejemplar, pero Héctor había decidido no comerciarlos porque eran de colección: "Le dije un precio alto para asustarlo y me lo compró igual. Así fue que me decidí en hacer lo que más me gusta".

 Mucha gente piensa que son plantas maltratadas, pero el bonsai crece de manera natural y tiene todos los nutrientes necesarios para desarrollarse.

Florales, frutales y coníferas son algunas de las variedades que existen y con las que trabaja Ayrala. Los ombúes son los bonsai que más vende y llegan a medir hasta 20 centímetros. Los jazmines y azaleas, dentro de los florales, también son muy pedidos, mientras que las coníferas son de aproximadamente 40 centímetros. Los precios varían según el tipo: los ombúes están aproximadamente $600, las coníferas a partir de $1.100 y los florales desde $1.500.

Ayrala empezó a vender los bonsai en distintas exposiciones, hasta que alquiló un espacio para cultivar más cantidad. En 1989 tuvo su primer vivero, con un aspecto "bien oriental", ubicado en Roldán y Gallo. "Daba cursos allí y también en la Escuela Municipal de Arboricultura, Jardinería y Ecología Aplicada de Lomas. En ese momento, el bonsai no era tan conocido y creo que soy de los primeros en el país, sin ser japonés, en incursionar en estos árboles", dijo.

El proceso de cultivo de bonsai (que significa árbol en bandeja) se realiza a partir de una semilla, que germina y brinda una raíz principal, la cual debe ser eliminada y dejar sólo las más pequeñas

El proceso de cultivo de bonsai (que significa árbol en bandeja) se realiza a partir de una semilla, que germina y brinda una raíz principal, la cual debe ser eliminada y dejar sólo las más pequeñas. "Mucha gente piensa que son plantas maltratadas, pero el bonsai crece de manera natural y tiene todos los nutrientes necesarios para desarrollarse", afirmó el banfileño de 62 años, quien aseguró que este tipo de plantas duran muchos años y que incluso en Japón hay algunos que son milenarios y que se pasan de generación en generación.

En época de pandemia, el lomense se dedica a la venta online, tanto por mayor como por menor. Y creó vivero a domicilio para hacer repartos a domicilio, ideales para regalos personalizados: "Es muy original, ya que mucha gente elige por gusto y otra por su significado. El ombú simboliza la familia, los florales representan la felicidad y las coníferas están identificadas con la resistencia a la adversidad, ya que se adaptan a distintos lugares para crecer".

Bonzai Zona Sur, tanto en Instagram y Facebook, son los medios para comunicarse con Héctor y ver todas las variedades de árboles a disposición, como cactus y suculentas.

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