De correr en el Gallardón a escalar en la Patagonia
Milrayitas en el Sur. Dos runners del equipo de Los Andes participaron de "El Cruce", una carrera de aventura en Villa La Angostura, y entrenaron en la Tribuna Palacios.
De los pasillos del Gallardón a los bosques y las montañas de Villa La Angostura. Así vivieron las últimas semanas Leonardo Aggio y David Cata, dos runners del equipo de Los Andes que participaron de "El Cruce", la famosa carrera de aventura en la Patagonia Argentina.
Para esta edición, los representantes Milrayitas no pudieron viajar a Tandil y Sierra de la Ventana, dos destinos que suelen utilizar los bonaerenses para simular el terreno que van a enfrentar en la montaña, como para tener una preparación más adecuada. Frente a eso, los escalones de la Tribuna Palacios hicieron las veces de campo de entrenamiento y les dieron la potencia que precisaban. "Para correr no es tan dificultoso el hecho de no contar con un lugar similar porque no cambia tanto. Pero para lo que es subida y bajada, era un problema entonces decidimos usar la tribuna de la cancha. Subíamos y bajábamos con la mochila de hidratación con un peso similar al que íbamos a tener en la montaña y funcionó perfecto", contó Leo, quien también encabeza la Subcomisión de Running junto a otro grupo de socios.
En el caso de Aggio fue la segunda vez participando de esta travesía. La anterior, en 2019, tuvo sede en el Volcán Lanín (más cerca de Junín de Los Andes) y esta vez se trasladó más hacia La Angostura con un recorrido de 100 kilómetros en montaña, a realizarse en tres días y con un alto grado de dificultad y exigencia física. "El primer día estuvimos en Cerro Bayo y fuimos hacia Lago Espejo, luego a unos bosques y por último al Cerro O'Connor corriendo al filo de la montaña, con precipicios, rodeados de lagos, a unos 1900 metros de altura. Es una sensación indescriptible", comentó.
Tras completar la carrera llevando consigo los colores del Milrayitas, ambos celebraron una experiencia única para su historia como runners. "El balance es muy positivo y es un desafío enorme: hay que luchar mucho y el trabajo es tan mental como físico. Hay que sacar fuerza de donde no tenes, es muy duro y el compañerismo es fundamental porque el que está al lado te da aliento para seguir cuando crees que no podes más. Es una enseñanza de vida porque sos vos ahí, estas vos, depende de vos, y vas siempre para adelante. Es muy placentero realmente", agregaron.
Para llegar óptimos, los dos lomenses entrenan de lunes a jueves por la noche en los laterales del campo de juego del Gallardón, además de subir y bajar por las escalinatas de la popular. La vida runner es un estilo en sí y por estos tiempos viene ganando lugar en la consideración de muchos que no tienen un deporte predilecto. En Los Andes, por caso, la cantidad de inscriptos se duplicó en el último año y hoy no hay cupos disponibles para anotarse.
"En lo personal, uno está muy comprometido con la actividad y con el club. Yo entreno hace cinco años en Los Andes yme cambió la vida. Yo fumaba, tenía sobrepeso, y una vida poco sana. Después de unos chequeos médicos negativos, cambié la rutina completamente y acá estoy, llevando la bandera del club a lo más alto de la montaña. Éste es nuestro estandarte y nosotros los representamos allá arriba. Es un orgullo", remarcó Leo.