Apostaron a crecer en Lomas: AP Biotech cumple 10 años
aniversario. Se trata de una empresa que importa y distribuye insumos de biociencias. Actualmente, son de los principales proveedores del país y sueñan con más.
Pablo Armas y Adrián Kalstein se conocen hace más de 25 años, y construyeron AP Biotech juntos: una empresa nacida en Lomas que importa y distribuye insumos y equipos para laboratorios del sector de la salud, biotecnológico y alimenticio.
Ambos son de Zona Sur, pero se conocieron en la adolescencia, cuando transitaban el secundario en una escuela técnica de Capital Federal. Hoy, Adrián es un biotecnólogo de 40 años, y Pablo, un bromatólogo de 42, y en diálogo con La Unión recordaron cómo es que empezó su proyecto que se gestó hace diez años.
"La primera oficina fue en la casa de Adrián, en una habitación de arriba", recordó con gracia Armas sobre aquel lejano 2011, cuando el sueño empezaba poco a poco a consolidarse. "Cuando entró el segundo empleado le dije a Pablo que teníamos que conseguir una oficina porque el living de mi casa ya no era living", agregó Kalstein.
Actualmente, son unos de los principales proveedores de productos para el Covid. "Los grandes centros de diagnóstico de todo el país son clientes nuestros", marcaron.
En aquel entonces, el crecimiento año a año era progresivo y se la pasaron "de mudanza en mudanza". Actualmente, son unos de los principales proveedores de productos para el Covid. "Los grandes centros de diagnóstico de todo el país son clientes nuestros", marcaron, a la vez que aseguraron que ese logro fue fruto del trabajo invertido y el "moverse rápido" en el "desafiante" y pandémico 2020.
"Nos benefició desarrollar productos nuevos y adecuados para la necesidad, crecimos mucho, pero con la demanda vino la presión", apuntaron y subrayaron: "No podíamos fallar". "En el rubro salud tenés que moverte rápido porque es justamente la salud de la población, es esencial y clave la rapidez", remarcó Armas.
La empresa AP Biotech cuenta con sus oficinas en Azara 757, en Lomas de Zamora, y actualmente está en vías de expansión con un depósito de 1500 m2 y más de 600 m3 de almacenamiento con temperatura controlada en Estocolmo y Juan XXIII. Allí también desarrollarán un laboratorio de control de calidad y un taller de servicio técnico para sus productos.
"Es un rubro que te obliga a tener una infraestructura de primer nivel", destacó Kalstein. En tanto, el próximo proyecto a mediano plazo que prevén es replicar su empresa en Latinoamérica. "Tiene que ser con nuestra cultura y nuestro ADN, que es lo que consideramos que le da el éxito", valoraron.
Hay que animarse, ésa es la moreleja, porque al final las empresas las hacen las personas.
"Nuestro propósito es brindar soluciones integrales con un máximo de aporte tecnológico, la mayor calidad de servicios y el mayor profesionalismo, manteniendo el trato personalizado y el foco en experiencia del cliente", indicaron.
"La verdad que llegar a diez años y haber superado todo este tiempo, que no fueron los más fáciles de la historia es una sensación de gratificación y de orgullo", aseguran acerca de la dedicación que invirtieron. "Los primeros años fue trabajar de lunes a lunes, tuvimos muchos desafíos. Comenzamos nosotros dos y ahora somos cuarenta en el plantel, eso es lo que más orgullo da", dejaron en claro.
Finalmente, y en un acto de incentivo a quienes tengan un sueño, Kalstein planteó: "Hay que animarse, ésa es la moreleja, porque al final las empresas las hacen las personas". "Nuestro modelo no es de acá, porque suelen ser empresas multinacionales las proveedoras, pero que seamos dos personas del conurbano quienes lo queremos hacer no es motivo por el que no podamos hacerlo", concluyó.