El recuerdo de Alberto Vacarezza, un revolucionario del teatro nacional
62 AÑOS DE SU MUERTE. El director y actor Eduardo Nicolau rememoró a quien creó el sainete y al autor de "El conventillo de la Paloma", una obra que replicó en el Teatro Municipal.
Hoy se cumplen 62 años del fallecimiento de Alberto Vacarezza, un dramaturgo que tuvo un aporte importantísimo en para el teatro nacional: fue el creador del sainete, un estilo de pieza que revolucionó la escena y que aún trae de qué hablar. El director y actor Eduardo Nicolau recordó la figura de Vacarezza y lo revalorizó al replicar, en el Teatro del Municipio y antes de la pandemia, la obra "El conventillo de la Paloma", una puesta en escena que, en su formato original, llegó a brillar en el Teatro Colón.
"Tengo 55 años de teatro y alrededor de 70 obras, entre nacionales y extranjeras, sobre todos relacionadas al sainete y el grotesco", empezó a presentarse Eduardo Nicolau, que tuvo el cargo de regente de la Escuela de Arte Dramático de Lomas y en donde demostró, en varias ocasiones, todo su talento en el Teatro Municipal.
El éxito grande del teatro nacional fue el sainete y se lo debemos a Vacarezza. El sainete nacional no tiene nada que ver con el español, por más que haya tenido alguna incidencia.
Como no podía ser de otra manera, Nicolau (76) recordó y homenajeó al creador del sainete en Argentina, el dramaturgo Alberto Vacarezza, artífice de la obra "El conventillo de la Paloma" (de 1929), la cual Eduardo replicó como director en varias ocasiones y "con muy buenos resultados, aún en la actualidad".
Esta obra refleja la vida cotidiana en los conventillos, un lugar marcado por la inmigración y el intercambio de culturas, sobre todo a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, luego de la epidemia por fiebre amarilla. "No hay ninguna pelea que se vea en escena porque la obra busca mostrar una idealización del conventillo en sí, algo que el pueblo va a buscar", explicó Nicolau.
Esta obra refleja la vida cotidiana en los conventillos, un lugar marcado por la inmigración y el intercambio de culturas, sobre todo a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, luego de la epidemia por fiebre amarilla.
"El éxito grande del teatro nacional fue el sainete y se lo debemos a Vacarezza. El sainete nacional no tiene nada que ver con el español, por más que haya tenido alguna incidencia. Es como decir que el grotesco de Discépolo es una imitación del filandeliano, es una equivocación", diferenció.
En 1953, "El conventillo de la Paloma" fue la primera obra popular que llegó al prestigioso Teatro Colón, con un prestigioso elenco, entre los que se destacaban César Lusiardo, Francisco Charmiello, Laura Ana "Tita" Merello, Astor Piazzola y Aníbal Troilo.
Cabe destacar que el sainete es una pieza teatral de un acto y se caracteriza por presentarse en el medio o en el final de una obra. Armando Discépolo fue el encargado de introducirle un tinte más sombrío y dramático, transformándolo en un grotesco.
En 1953, "El conventillo de la Paloma" fue la primera obra popular que llegó al prestigioso Teatro Colón, con un prestigioso elenco, entre los que se destacaban César Lusiardo, Francisco Charmiello, Laura Ana "Tita" Merello, Astor Piazzola y Aníbal Troilo. "Había actores peronistas y opositores, pero eso no importó. Lo fundamental fue recrear la obra de una manera épica", concluyó Eduardo.